Ernesto Valverde tendrá que tomar en las próximas semanas una decisión que, sin duda, marcará el paso del FC Barcelona por el mercado invernal. El técnico siempre ha sido partícipe del desembarco de un nuevo central, pero tal vez fruto de su carácter nunca ha terminado de mostrarse tan efusivo como para que la directiva dé los pasos necesarios para reclutar a un nuevo especialista. Ahora, ya con enero a poco más de dos meses vista, la entidad le exige que muestre definitivamente sus cartas.
En principio, de los cuatro futbolistas de la primera plantilla que pueden actuar en el eje de la zaga, tres tienen completamente garantizada su continuidad (Gerard Piqué, Samuel Umititi y Javier Mascherano). El cuarto en discordia, el holandés Thomas Vermaelen, ha valorado la posibilidad de abandonar el club en enero, pero tras las últimas conversaciones con el club, el jugador se ha comprometido a, según cuenta Mundo Deportivo, permanecer en el equipo hasta junio.
Si finalmente apuesta por incorporar un quinto central, el Txingurri tendrá que pronunciarse sobre su identidad. El conjunto catalán tiene completamente encarrilado el fichaje del colombiano Yerry Mina (Palmeiras), pero el preparador no termina de ver con buenos ojos el desembarco de este futbolista que no cuenta con experiencia en el fútbol europeo y que necesitará un lógico periodo de aclimatación. En caso de descartarle, los dirigentes pospondrían el desembarco del cafetero hasta el verano y optarían por reclutar a otro zaguero. El holandés Matthijs de Ligt (Ajax de Ámsterdam) es, en este sentido, el gran anhelo.