El Madrid salió de la humedad de Guangzhou para aterrizar en el infierno de Shanghai con una hora de retraso. Aunque los termómetros marcaban 37º cuando el equipo llegó al segundo destino de su gira China, la sensación térmica superaba los 40º. Un calor sofocante que se prevé que se mantenga hoy y que baje ligeramente mañana para el partido ante el Milán (31º y 75% de humedad). Aún así, ayer las temperaturas no frenaron a los más de 600 hinchas que se agolparon a las puertas del hotel The Twelve.
La policía del país intentaba controlar a la gente que cada vez trataba de acercarse más a la puerta. Les alejaron mediante vallas, pero seguían con sus caretas de los jugadores, sus camisetas y su ilusión intacta. “¿Podré fotografiarme con Cristiano?”, decían a los enviados especiales. “Imposible”, les decíamos. Tanto en Guangzhou como en Shanghai, el Madrid ha estado rodeado por fuertes medidas de seguridad de la Policía para evitar que se desatase la locura y algún fan se saltase el cordón de seguridad.