La tercera corrida de la temporada tenía reservadas las mayores emociones de lo que va del serial en la Nuevo Progreso. Una tarde que contrastó la entrega y capacidad de la terna actuante con la desorientación del juez de plaza, al que se le dio por poner en barata los premios.
En el balance tiene que pesar mucho más lo logrado por los matadores que los hierros de la autoridad. Joselito Adame vino a Guadalajara a ratificar el momento por el que atraviesa como la máxima figura del toreo mexicano.
El primero en actuar fue el recio Fermín Rivera, dueño de un toreo conservador y con fuertes bases de clasicismo y ortodoxia. Fermín nunca pierde las formas, pero pocas veces también encuentra eco en los tendidos. No fue el caso ante su primero, con el cual tuvo un quite por gaoneras con Joselito. Ya con la muleta, sin renunciar a su esencia cuajó una faena emotiva, que alcanzó el clímax con una tanda soberbia por la derecha. Pero, la espada no fue su aliada. Después de navegar con su segundo al que poco le encontró la distancia, regaló uno ante el cual se empleó a fondo para cortar una oreja de garra. Sus alternantes ya se habían ido muy por delante.
Quien está en un plan imparable es Joselito Adame. En su primera comparecencia enfrentó a un incierto astado al cual Joselito le plantó cara desde el quite combinado de chicuelinas y tafalleras. En el último tercio se produjo la demostración más clara del poderío del de Aguascalientes sometiendo a base aguantar y colocarse cerca del toro de nombre Recuerdo. Adame se puso en el sitio que pisan sólo algunos, al grado de dejarse tocar los alamares con la punta del pitón, momentos de angustia para todos, menos para José. El remate perfecto fue una estocada recibiendo. El premio de dos orejas y rabo supo a exceso, por lo que el torero decidió dar la vuelta sólo con las dos orejas. Por cierto, al toro se le premió sin mérito alguno con arrastre lento, que el público se encargó de recriminar. Con segundo Joselito falló con la espada.
A su vez, Octavio García el “Payo”, tuvo a un débil enfrente en su primer turno que poco le permitió hacer. Pero, se desquitó con su segundo al que le bordó una faena profunda y de entrega, de la cual destacaron las series por naturales, para cortar dos orejas en una tarde marcada por el triunfo de los matadores y la polémica causada por la autoridad.
GPE