En Alemania se ve a un Álvaro Negredo diferente al que por ejemplo se vio en Austria hace solo tres semanas. En Salzburgo había un Negredo que quería revertir su situación tras un mal año; en Kamen, un Negredo más distante, serio y que se queja con frecuencia de unas dolencias en la rodilla a las que los doctores restan importancia. Que no jugara ni un minuto contra el PSV lo siente el madrileño como un aviso para navegantes y su futuro es una incógnita.
La solución a su caso dista de ser sencilla. Él siente que parte en desventaja con respecto al resto de atacantes para Nuno y el técnico portugués parece que no vería con malos ojos un cambio de cromos en la delantera. En Kamen no se ha visto gesto alguno de complicidad por parte de Nuno hacia Negredo, aunque tampoco Negredo en los entrenamientos da más argumentos que Alcácer, Rodrigo o Mina.
Negredo tiene la ficha más alta de la plantilla y el caso Otamendi en parte le ‘salpica’. La permanencia del argentino llevaría implícita una mejora salarial y al Valencia hacer ‘caja’ por otro lado no le vendría mal para adaptarse al Fair Play Financiero. Pero el club de Mestalla ha abonado 30 millones de euros al City para hacer efectiva la opción de compra por Negredo y esa cifra en cierta medida condiciona un traspaso.