Romo es un perro que entró a la PGA hace nueve años, cuando era solo un cachorro, ahora es uno de los personajes más carismáticos de la gira y acompaña a los jugadores a todas las fechas que tienen durante la temporada con su función muy bien delimitada.
El labrador color miel es el encargado de mantener el terreno de juego limpio de aves, roedores o cualquier animal que pueda entorpecer el paso de las pelotas de los golfistas.
"Su primer torneo fue en brazos. Pero desde ese momento supimos que este perro pertenecía a los campos. Desde ese entonces hace su trabajo a la perfección y obviamente es uno de los que más llama la atención", dijo en entrevista con La Afición, Logan, el compañero de trabajo de Griff, el superintendente de la PGA. "Sus favoritos a corretear son las ardillas y él apenas las ve sale tras de ellas, pero aquí en México tiene poco trabajo, digamos que son sus vacaciones", abundó.
En México su trabajo se reduce, pues los animales que hay en Camaleón casi no salen de día, por lo que el amigable perro, que fue entrenado desde cachorro, suele pasearse sentado en un carrito de golf, con su pelota de tenis en el tablero, disponible para sacarse foto con todos los niños que pasan a acariciarlo.
"Es común que un perro sea el mejor compañero de la gente que cuida el campo, por eso tenemos a Romo, quien es muy respetuoso del juego de los golfistas, pero es muy entusiasta cuando se trata de hacer su trabajo", finalizó su cuidador, quien orgulloso presume la credencial del empleado cuadrúpedo de la gira.