Al sur de Argentina, en la provincia de Esquel en Chubut, en un paisaje lleno de montañas con un cielo completamente despejado entrena Karina Neipán “ya estamos en primavera, pero el clima nos está jugando una mala pasada y sigue nevando. Y como estábamos próximos a una carrera mi entrenador decidió que fuéramos a Huancayo - Perú”.
De pequeña le gustaba mucho la gimnasia rítmica y lo practicó hasta los 12 años. Luego vinieron diversos tipos de deportes “todos los que te puedas imaginar yo los hacía. Pero dejé de hacerlos cuando mi mamá falleció. Me tocó mucho. Tanto a mi como mis hermanos y fue como 1 año y medio que no hicimos nada”. Fue su padre y su entrenador quienes después de este tiempo la animaron a continuar en el deporte “fue como una salida que tuve para la cabeza, para no pensar y arranque a correr”.
Era 2005 – 2006, no puede recordarlo con exactitud, pero sí recuerda que con este deporte pudo continuar con su vida. Poco tiempo después participó en la Maratón Internacional a Pampa Traviesa y quedó en tercer puesto. Meses más tarde, participó de una nueva maratón en la que bajo el tiempo de 2 horas y 50 minutos, en ese momento la selección argentina la convoca para ser parte de este grupo.
En este, como en cualquier otro deporte, la mentalidad del deportista es tan importante como tener las capacidades físicas adecuadas para realizarlo y Karina este último año había pensado en dejar de entrenar profesionalmente y solo hacerlo por salud “gracias a Dios siempre tengo mi entrenador Rodrigo Peláez que siempre busca la forma de hacernos ver que las cosas no son como uno las pienso y siempre quiere que nos superemos”.
Ahora, tras su viaje a Huancayo y una conversación motivadora con el profesor Rodolfo Gómez la atleta está convencida de que ella es capaz de hacer todo lo que se proponga “ahora entiendo que la mente tiene mucho que ver. Creo que es cuestión de estar 100% seguro de lo que uno quiere”.