El evento de Survivor Series fue llevado a cabo por WWE recientemente, con un gran manejo creativo en mi opinión, que se basó en la legendaria guerra de marcas de Raw y Smackdown Live. El show, que se creó en 1987, terminó con la victoria de la marca roja, y con luchas en las que los luchadores sacaron todas sus habilidades a lucirse en el ring. Pero el evento tuvo muchas críticas de parte de los fanáticos, los cuales no se quedaron a gusto ya sea porque no hubiera títulos en juego en el evento o la falta de regresos o debuts.
En la nota quiero hablar de la lucha que terminó el evento, y opinar sobre si la lucha fue buena y estuvo bien trabajada, la cual fue la de los equipos masculinos de las marcas Raw y Smackdown Live en un enfrentamiento colosal.
La historia que hizo WWE para esa lucha se trató de la rivalidad entre el Comisionado de Smackdown Live, Shane McMahon, y el GM de Raw, Kurt Angle, quienes fueron los capitanes de sus equipos. Las invasiones entre las marcas fue algo bastante novedoso, ya que WWE no lo trabajaba desde la unificación de marcas. Y en cuanto a los participantes, fueron bien elegidos.
Sí, es notorio que en los equipos dos de sus participantes fueron luchadores veteranos y que luchan con apariciones especiales, que son los casos de Triple H y Kurt Angle en Raw y de John Cena y Shane McMahon en Smackdown Live. Pero WWE hizo eso por el hecho comercial, dejando afuera a luchadores exitosos del elenco principal, pero dándole un sabor interesante a la lucha, que por la falta de trabajo de personajes, los luchadores mencionados no lo dan. Ejemplos sobran, como Jason Jordan o Sami Zayn.
La lucha contó con la participación de luchadores que debutaron en ese combate, siendo Samoa Joe, Finn Bálor, Bobby Roode y Shinsuke Nakamura, quienes hicieron muy bien su trabajo y lucieron a la altura de los experimentados. La no participación de Kevin Owens y Sami Zayn fue para continuar con la rivalidad entre ellos y Shane McMahon, dándole más relevancia.
El combate fue llevado de gran manera por los luchadores que participaron, viéndose bien los bandos y con el equilibrio antes mencionado de los participantes. Los luchadores quedaron bien tras esa lucha y salieron beneficiados, hayan sido eliminados o no. Y la traición de Triple H a Kurt Angle fue algo que estuvo muy bien a falta de un regreso o debut, para que luego Braun Strowman quedara como el mejor en el combate tras dejar en tirado en el suelo a Triple H, lo que hizo que el público se fuera contento.
Fue una lucha que lejos de estar mal, estuvo muy bien trabajada y entretenida, con grandes momentos.
Survivor Series y la complicada paradoja de los fans modernos