Acaban de terminar una fase de la pretemporada con la estadía en Mondariz y se va a acercando la Liga…
—Bueno, estamos en un momento de la temporada en el que hay que sumar días de trabajo, conocer las ideas del entrenador, de ir conociendo a los futbolistas y, sobre todo, es importante que no haya lesionados.
—¿Cómo quiere Garitano que sea su equipo?
—Sin balón quiero que seamos intensos, agresivos y ordenados, que tengamos equilibrio, que encajemos pocos goles y ya se está viendo. A nivel ofensivo también intentamos jugar la pelota desde atrás y cuando robamos trataremos de hacer transiciones rápidas. Lo vamos cogiendo poco a poco, pero lo más importante es tener un equilibrio entre la defensa y el ataque.
—¿Le obsesiona eso de no regalar nada al rival?
—Sí, pero los jugadores tienen que jugar la pelota y cometer errores va dentro del fútbol. Lo que sí es verdad es que tener seriedad defensiva es importante en esta categoría, pero luego tenemos buenos jugadores para jugar la pelota, para atacar y crear ocasiones.
—Están faltos de efectivos. ¿Lo que hemos visto en estos tres partidos es lo que se puede esperar para la Liga o cambiarán las cosas cuando vengan esos seis o siete jugadores que faltan por venir?
—Sólo tenemos 14 jugadores. Cuando vayan llegando veremos. Lo que está claro es que los que están ahora son los que están más cerca de empezar la Liga. Necesitamos un poco de paciencia.
—Desde fuera se intuye que faltan las piezas más determinantes del proyecto, aquellos jugadores capaces de decidir los partidos…
—A ver, nos faltan puntas, eso está claro, y luego nos faltan defensas porque sólo tenemos cinco para cuatro puestos, del primer equipo. Por cuestiones de mercado y del club estamos sin delanteros, pero sin punta no vamos a jugar. Ya llegarán esos jugadores.
—La comunicación con Braulio es fluida. ¿Qué tipo de jugador, de delantero, de extremo está pidiendo?
—No estoy pidiendo nada. Estamos consensuando entre todos que jugadores podemos firmar. Pero no es fácil porque los delanteros que hacen goles no son baratos. Estamos buscando jugadores que puedan venir y sean válidos para nosotros. Buscamos gente que haga goles y tratamos de que los delanteros sean diferentes. Uno más rápido, que vaya a los espacios, y otro más alto.
—¿Se impacienta por la falta de fichajes?
—No soy una persona impaciente. Que sólo tengamos 14 jugadores es una situación difícil, pero tiene que ser así, por necesidades del equipo. Cuando vine sabía que tenía pocos jugadores y no tengo queja.
—¿Qué balance hace de lo que llevamos de pretemporada?
—El balance es muy bueno. El equipo trabaja muy bien, tiene buenos hábitos de trabajo. Nos hemos encontrado un grupo muy trabajador, muy disciplinado y con mucha ilusión. Los jóvenes han venido con muchas ganas y no hay lesiones.
—De los chavales, ¿hay alguno que vea que se está ganando el hecho de estar con el primer equipo?
—Por necesidades económicas ahora mismo tendremos 20 jugadores. Eso quiere decir que a nada que haya jugadores con lesiones o con sanciones, algunos de ellos, tres o cuatro, van a tener que estar con nosotros habitualmente. Se lo tienen que ganar, pero yo no voy a mirar el carné a la hora de hacer alineaciones. Los que mejor estén, jugarán. Si es un chaval del filial o si tiene 36 años, a mí me es igual. Los que mejor vea, son los que jugarán.
—Usted logró ascender al Eibar, colocarlo en un lugar privilegiado e imagino que sabe que el nivel de exigencia aquí, en Valladolid, va a ser ese…
—Sí, es curioso que todavía no tenemos equipo, tenemos 14 jugadores, y la gente ya quiere que estemos arriba. Que haya exigencia es bueno, pero dentro de un orden. Vamos a jugar contra equipos de nuestro nivel o, incluso, mejores. Está claro que somos uno de los equipos que vamos a tener la responsabilidad de estar arriba, pero debemos saber que somos un equipo de Segunda como el Zaragoza, el Mallorca, el Almería, el Córdoba, etc...
—Ha notado ya la ilusión, el cariño de la afición…
—Mucho, la verdad es que sí. Sabemos que la gente tiene ilusión, pero nosotros tenemos que darles. El equipo tiene que transmitir, tiene que vaciarse cada domingo y esperamos enchufar a la gente.
—Las comparaciones son odiosas e imagino que a usted ya le habrán dicho que recuerda a Mendilibar, un auténtico ídolo, por aquello de venir del Eibar, de haber sido entrenado por él… ¿La sombra de Mendi es alargada?
—Para mí, no. El mismo problema tiene él cuando ha llegado a Eibar conmigo. Somos amigos y le deseo lo mejor. Yo soy yo, Gaizka Garitano, aunque insisto que le aprecio mucho como entrenador y como persona.
—La última, ¿hay algo de lo que haya visto en Valladolid o en el club que no le haya gustado?
—Me gusta todo. De momento, me gusta la ciudad, me gusta la gente del club, me gustan los jugadores y, de momento, estoy muy contento.
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