Es domingo por la tarde. Alrededor de unos 500 hinchas de Emelec celebran en Urdesa central la consecución de la estrella 14 del equipo eléctrico, luego de la victoria 2 a 0 contra el Delfín de Manta, allá en tierra manabita. Una marea azul copa la avenida Víctor Emilio Estrada y Las Monjas.
¡Al Bombillo cada día lo quiero más!, exclaman eufóricos los seguidores del cuadro guayaquileño, tricampeón ecuatoriano por sus títulos ganados en el 2013, 2014 y 2015. La euforia no cesa, más bien toma fuerza al compás de tambores, bombos y trompetas. Muchos flamean banderas del equipo que en la primera final, el miércoles 13, también venció al cuadro cetáceo, esa vez 4 goles a 2.
Entre los eufóricos hinchas están Ricardo Valladares, de 22 años, y su novia, Jazmín Bermeo, de 20. Él confiesa ser barcelonista y menciona que no dudó en acompañarla a festejar el campeonato. “Mañana no hay clases en la universidad, lo que importa hoy es el triunfo de Emelec”, proclama Jazmín en medio de su emoción, luego de lo cual sigue entonando canciones del equipo azul.
Solo le pido a Dios/ que Emelec no se vaya de mi mente, parafrasean los hinchas eléctricos, que no se reservan ironías en contra del rival de patio, Barcelona, semifinalista de la Copa Libertadores, pero que no estará en la edición 2018 del torneo continental por su quinto lugar en la tabla acumulada.
Afuera del estadio Capwell, reducto de los azules, también hay celebración. Juan Carlos Gualoto, migrante que vive en Estados Unidos, tenía un motivo más de festejo decembrino. “En ningún momento perdí las esperanzas de celebrar el título 14, como lo estamos haciendo ahora”, dice emocionado.
Los esposos Rafael Benalcázar y Ana Girón llegaron de La Floresta 2, en el sur. “Mi esposa es fanática de Pedro Quiñónez, ella espera algún día tener una camiseta de él”, dice él. (I)