A un año de la inauguración de los Juegos, en Maracaná, dos escenarios olímpicos ya han sido sometidos a lo que se llama Test Evets, eventos de prueba: el recorrido de triatlón, en la zona urbana de Copacabana y su playa, y el campo de regatas de la Bahía de Guanabara. El evento de Copacabana (ITU Olympic Qualification Event) fue dominado por el español Javier Gómez Noya, que se aseguró así el billete olímpico para 2016, con 14 segundos de ventaja sobre el francés Vincent Luis.
Humedad. Después, Gómez Noya, que cimentó su triunfo en el tramo de carrera a pie, solo aludió a la “dureza” de las condiciones del trazado, con referencias a la “humedad”. “Pero el público fue espectacular”, contó Javi en Twitter. “Había algunos baches peligrosos por ocultos”, apuntó el sudafricano Richard Murray, tercer clasificado. “Pero si hay que ser sinceros, he nadado en aguas mucho más sucias”, reseñó Alistair Brownlee, vigente campeón olímpico y décimo en este evento de Copacabana. Otras veces, surfistas y triatletas habían salido de allí con el tinte rojo de las aguas fecales...
Pero la castigada Bahía de Guanabara, donde varias favelas vierten 8.000 litros de aguas fecales por segundo (100 toneladas diarias de basura) tiene peor remedio: “Guanabara es una letrina y es un insulto decir al pueblo de Río que estará limpia para los Juegos”, afirma el biólogo brasileño Mario Moscatelli. “Si estar limpia es que no había cerdos muertos, quizá. Pero vimos perros y gatos muertos, incluso un caballo”, narró el regatista australiano Andrew Lechte.