Logró su primer podio del Mundial en el GP de Austria de 1996 y el último en el GP de Alemania de 2015. Entre uno y otro han transcurrido 18 años y 342 días. Común en ambos, la ilusión y mucho trabajo. Y es que Valentino Rossi está más fuerte que nunca. A sus 36 años ha resurgido con una fuerza inusitada y sorprendente para la mayoría, pocos eran los que hubieran imaginado al italiano liderando MotoGP una vez superado el ecuador de la temporada 2015.
Pero ésa y no otra es la realidad cuando el Mundial afronta su segunda mitad desde este fin de semana con el GP de Indianápolis. Comienza su fase decisiva, en la que cada uno de los aspirantes jugará sus bazas y dos españoles intentarán complicar el sueño de El Doctor de conseguir su décima corona mundialista. El mejor posicionado, su compañero Jorge Lorenzo, segundo en la tabla a trece puntos; y el que se ha convertido en un tapado, aunque en realidad no lo sea, Marc Márquez, cuarto a 65 pero sin intención alguna de rendirse y dejando la sensación de que va de menos a más, con lo inquietante que esto puede resultar para sus rivales trátandose de alguien de su talento y potencial.
La regularidad puede ser una de las claves de lo que resta. Los de Yamaha han puntuado en todas las carreras hasta el momento y en el caso del líder, sin apearse del podio. La baza de Honda (la única tras los problemas de Pedrosa) ha sido menos constante, con tres ceros en su casillero y sólo cuatro cajones (dos de ellos el mas alto). Así que MotoGP sigue vivo y toca disfrutar...