¿Qué tal la vuelta a los entrenamientos?
Bien. Los primeros días son los más duros porque venimos, algunos, de más de un mes de vacaciones. Es normal que nos cueste. Son sesiones duras, físicas e intensas, aunque siempre es así. Tenemos ganas de que lleguen ya los amistosos.
Aunque llevan pocos entrenamientos, ¿nota diferencia con el año pasado?
Es muy pronto aún. Pero tampoco quiero hablar del año pasado ni hacer comparaciones. Estamos con entrenadores diferentes que nos conocen y que vienen con muchas ganas e ilusión.
¿Qué les ha pedido Scariolo?
Que demos un paso adelante por todas las bajas que tenemos.
Ahora tiene 206 internacionales, si llega a la final alcanzaría las 222, a solo una de Juan Carlos Navarro, ¿otro motivo más para luchar por el oro?
Eso es secundario. Deseo llegar a la final porque quiero ganar y cada verano que vengo ese es mi objetivo, lo prioritario. Conseguir más internacionalidades me gusta y no por quedarme a una de Juan Carlos, sino porque me encanta haber vestido tantas veces la camiseta de la Selección.
¿Qué se siente al ser capitán por primera vez?
Igual. La misma presión que antes. Aquí es muy fácil ser capitán, no tienes que hacer gran cosa porque todo el mundo viene a trabajar y a dar el 100%. El único objetivo al principio es ayudar a los nuevos para que se acoplen e integren bien en el grupo.
¿Hay algún equipo al que tenga más ganas en este Eurobasket?
Tienes ganas a cualquier equipo que se te presente porque queremos llegar lejos en este campeonato. Los de la primera fase son muy fuertes, es un grupo muy complicado, pero ningún Europeo es fácil.
¿Con esta Selección se pasa de la euforia al pesimismo en un minuto si hay un mal resultado? ¿Es un todo o nada con este equipo?
Sí. Tenemos 'mal acostumbrada' a la gente porque cuando ganas tantas medallas y obtienes tantos éxitos durante años, si no se consigues el objetivo la gente se siente decepcionada. Lo del año pasado fue un palo muy duro, todo el mundo tenía muchas esperanzas en nosotros y no cumplimos. Este año es diferente tanto por los jugadores como por el entrenador. Vamos a trabajar para llegar más lejos que en la Copa del Mundo.
¿La Euroliga era una espinita o una losa?
Era una espinita. Me había quedado los dos últimos años a las puertas y sabía que con el equipo que teníamos, podríamos ganarla y así fue. Me he quitado un peso de encima, era el único título que me quedaba y ahora estoy un poco más liberado. El próximo año lucharé de nuevo por todos los títulos.
Usted lo ha ganado todo: Ligas, Copas, Supercopas, oros en Eurobasket y uno en el Mundial, platas olímpicas... no está mal para una carrera deportiva. ¿Pensó alguna vez que era posible alcanzar tantos éxitos?
No, para nada. Cuando empecé a jugar, lo hacía por divertirme y pasarlo bien. Pero conforme aprendía más y mejoraba, me planteaba más metas, pero nunca me imaginé que conseguiría todo lo que he logrado en estos años. Sobre todo porque nunca antes se había conseguido y hacerlo es muy difícil. Estoy ahora muy contento de echar la vista hacia atrás y ver todos estos éxitos. Pero todavía quiero más, quiero aumentar mi palmarés.
¿Su hermano Alfonso tiene envidia?
Que va. Está muy orgulloso de mí. Es mi primer fan.
Willy Hernángomez es su compañero en la Selección y lo será en el Real Madrid, ¿va a hacer de tutor?
Está muy curtido, pero trataré de ayudarle en lo que pueda. Es muy trabajador y tiene un gran futuro por delante. Seguro que va a dar muchas alegrías al baloncesto español en los próximos años.
¿Se sigue aprendiendo a los 35 años?
Claro. Los jóvenes que llegan a esta Selección vienen con ganas e intensidad. Eso te motiva y ayuda para entrenar más fuerte y dar siempre el 100%.
Ginóbili dijo que estaba cansado a su edad (38 años) de perseguir a jugadores de 20 años por la cancha, ¿se siente igual?
Para nada. Me siento igual que cuando tenía 20 años. Me motivo aún más correr igual que los jóvenes.
¿Hay algún pívot que le haya marcado en su carrera?
Mi hermano. Siempre me he fijado en él desde pequeño y ha sido mi ídolo.
¿Y al que le haya costado más defender?
Pau es muy difícil. Es un tipo muy grande, con mucha calidad y rápido de movimiento.
¿Cómo ve la nueva etapa del Madrid con la llegada de Thompkins y Taylor?
Tiene muy buena pinta. Mantenemos a casi los mismos jugadores y eso va a ayudar a que equipo sea más competitivo. Vuelve a ser una temporada muy ilusionante para el madridismo, pero vamos a enfrentarnos a equipos muy difíciles que nos lo van a poner muy complicado.
Thompkins va a ser su compañero en la pintura, ¿cómo le definiría?
Es un cuatro-cinco que rebotea bien en defensa y tiene muy buena mano.
¿Se esperaba el fichaje de Mejri por los Dallas Mavericks?
Este año le vinieron a ver a los entrenamientos ojeadores de la NBA y era algo que estaba ahí, que era una posibilidad. Al final ha obtenido lo que era un sueño para él. Me alegró por él. Es un tipo que se merece ese premio.