Ante Brasil, James Rodríguez no deslumbró por su fútbol vistoso como tiene acostumbrados a los colombianos, pero el sacrificio fue su principal arma. El cucuteño estuvo la mayoría del tiempo tirado sobre la banda izquierda del mediocampo colombiano.
El primer tiempo para James fue importante, a los cuatro minutos de juego tuvo su primera intervención; le robó el balón a Dani Alves en el campo brasileño y generó una jugada clara con Teo Gutiérrez.
A los 14 minutos volvió a aparecer en ataque, pase en profundidad para Teo, éste se la baja a Falcao y el disparo se va desviado. Colombia se aproximaba poco a poco al arco de Jefferson.
Cuando el partido se empezó a complicar por el costado izquierdo del ataque colombiano, James se tiró hacia la derecha, generó fútbol desde ese costado con su gran zurda y tuvo tiempo hasta para hacerle un túnel de gran calidad a Fernandinho, volante que se dedicó a pegar todo el tiempo.
Para la segunda etapa, el ‘10’ de la Selección creó una gran jugada por zona derecha en combinación con Camilo Zúñiga que terminó sacando al tiro de esquina el centra brasileño Miranda. A los 68 minutos, Falcao dejó el campo por Ibarbo, y James se adelantó y empezó a jugar de segunda punta, una posición que conoce a la perfección.
Este equipo que venció a Brasil dejó unas sensaciones muy diferentes a las del partido ante Venezuela. James, y Colombia en general, lo dejaron todo en la cancha, fuertes en marca, gran recorrido para cubrir los espacios y con buenas transiciones de defensa a ataque.
La Copa América pinta bien para James de aquí en adelante. Colombia buscará clasificar primero del grupo el próximo domingo ante Perú.
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