La última muestra del poder económico del fútbol de México es Jérémy Ménez. El América no escatimó gastos para hacerse fichar al francés procedente del Antalyaspor turco. En su carrera, el atacante galo defendió las camisetas del Mónaco, PSG, Roma y Milan.
Lo de Ménez no es nuevo en México. Antes que llegara el galo, su compatriota André-Pierre Gignac sorprendió al dejar el Olympique de Marsella para ponerse la camiseta de los Tigres UANL en el 2015.
Si retrocedemos más, varios cracks que brillaron en Europa aterrizaron en el balompié mexicano, generando sorpresa. Ronaldinho, Pep Guardiola e Iván Zamorano son algunos de ellos. Incluso, el legendario Eusebio también jugó en el fútbol azteca.