“Subida de reyes a lo grande”; por Paul Huanqui [INFORME]

La temporada de tenis empieza a lo grande pese a la ausencia de Serena Williams. Roger Federer defiende su corona como favorito, mientras Rafael Nadal, líder de la ATP, y Novak Djokovic se unen a la pelea

Por: Paul Huanqui Arosemena

Las casas de apuestas como William Hill o Bwin dan como favorito a Federer para volver a levantar el trofeo por segundo año consecutivo, como en los lejanos 2006 y 2007. El helvético emperador de los Grand Slam llega en condiciones físicas envidiables a sus 36 años tan solo a días de no perder set alguno en la Copa Hopman. Vuelve al torneo, rejuvenecido como hace un año y con pólvora en la raqueta. Sembrado en la parte baja del cuadro, iniciará la defensa de su corona ante el esloveno Aljaz Bedene, sin título alguno a nivel profesional. Jugaría contra el galo Richard Gasquet, con ocho trofeos sobre pista dura en su carrera, en la tercera ronda.

Rafael Nadal, campeón en el 2009 al vencer en la final al ‘Expreso Suizo’, canceló sus participaciones en Mubadala y Brisbane, lo cual evidenció que todavía no está al 100% de su rendimiento físico y que posiblemente no lo esté en las canchas del Melbourne Park. Caso distinto parecer ser el de Novak Djokovic, con meses de descanso y la buena estrella que suele favorecerlo especialmente en las superficies duras.

“Todo el mundo va a mirar las piernas de Rafa, el brazo de Novak”, deslizó Pat Cash, dos veces finalista del Major que, pese a algunas bajas, este 2018 tendrá el brillo de los campeones en sus últimas 12 ediciones. El sorteo de llaves favorece al español al no enfrentarse a rivales entre los 30 mejores hasta pasada la tercera ronda, donde podrían esperarlo el argentino Diego Schwartzman o el estadounidense John Isner por el pase a los cuartos de final.

El suizo Stan Wawrinka no tiene una ruta libre de escollos con los españoles Bautista y Verdasco y el austríaco Dominic Thiem, quien está llamado a dar la sorpresa en la parte baja del enramado hacia la gran final. El vencedor del Australian Open en el 2014 estuvo fuera y lejos de los rectángulos y las redes bajas desde hace seis meses, para ser más precisos desde la primera ronda del Wimbledon pasado por problemas en la rodilla izquierda.

Con seis galardones para ser el más ganador de este certamen en la ‘era abierta’, el serbio Djokovic debe superar a Donald Young y está en la posibilidad de verse con Gael Monfils, reciente campeón en Doha. El promisorio Sascha Zverev podría tener un duelo con su hermano mayor Misha en tercera ronda. Por Sudamérica, el argentino Juan Martín del Potro probará de inicio sus diestros latigazos con el norteamericano Frances Tiafoe, muy recordado por poner en aprietos a Federer en cinco sets del US Open 2017.

Andy Murray, cinco veces finalista en el único Major del hemisferio sur, se vio perjudicado por una lesión en la cadera y junto al japonés Kei NishiKori, con molestias en la muñeca derecha, verá por televisión que la brecha entre los experimentados líderes del ‘top ten’ de la ATP se agiganta y que ellos va quedando rezagados en el escalafón mundial.

— La reina declina —

Serena Williams renunció a luchar por el bicampeonato y obtener así su octavo Abierto de Australia y el número 24 en Grand Slam, debido a que no se siente plena en sus capacidades atléticas luego de su reciente maternidad. Su abdicación permite que la rumana Simona Halep, quien nunca ha ganado un Grand Slam, suelte una sonrisa viéndose perfilada a jugar hasta el último día del certamen.

No obstante, no puede haber un Grand Slam sin una Williams y Venus, finalista el año pasado ante su hermana, también puede hacer peligrar las pretensiones de la española Muguruza, tercera en el ránking y con dos de los Majors en su haber.

Sin embargo, como ocurre en la mayoría de estos certámenes femeninos, las sorpresas dominarán y podrían darlas las europeas Svitolina, Pliskova y Wozniacki o la mismísima Maria Sharapova, ganadora en el 2008, en su retorno a las canchas por mérito propio (47° en la WTA) tras la sanción por dopaje de 15 meses. Podría darse un cruce en octavos de final entre la rusa y la ibérica que pondrá a temblar el Rod Laver Arena.

Todos aspiran a levantar la reluciente Copa Norman Brookes y llevarse los 3,1 millones de dólares en premios, la cifra más alta jamás entregada en Australian Open, además de empezar la carrera hacia el Torneo de Maestros de este año con los 2.000 puntos para el ránking