Había 93 minutos cumplidos en el reloj cuando el sustituto Memphis Depay mandó un perfecto tiro de derecha a la esquina superior de la red.
El Parc OL explotó, e incluso el holandés, quien celebró el momento simplemente poniendo los dedos en sus orejas, no pudo permanecer inmune a la reacción tras su dramático gol de la victoria sobre el Paris Saint-Germain.
Pero aunque fue el ex delantero del Manchester United quien recibió los aplausos y reflectores por su gol, el trabajo pesado había sido realizado por los titulares.
Con apenas 23 años de edad, Depay es aún un jugador joven, sin embargo para el Lyon él es casi un veterano.
Con Depay arrancando desde el banquillo, el centro del campo y el ataque titular del OL tenía una edad promedio de apenas 21 años.
Las jóvenes figuras de Bruno Genesio, en todo caso, no sólo mostraron una actitud sobresaliente. Por largos periodos del partido del domingo este grupo de hecho jugó mejor que sus rivales.
El equipo entero jugó muy bien, pero destacó el centro del campo, donde Lucas Tousart y Tanguy Ndombele, con una edad combinada de 41 años entre ambos, superaron a los hasta ahora dominantes centrocampistas del cuadro de la capital francesa.
Para Ndombele, considerado el próximo Michael Essien, fue una auténtica revelación del partido. Fichado desde el Amiens al arranque de temporada, dejó una gran impresión hasta que Houssem Aouar -de 19 años- se ganó un puesto en el equipo. Ahora ambos han sido tan impresionantes que Genesio ha tenido que buscar espacio para los dos.
Nabil Fekir, quien también lució con un gran tiro libre tras apenas dos minutos de partido, fue declarado el jugador del partido, pero el creativo dijo: “Yo creo que Ndombele lo merecía que yo. Ha dado mucho al equipo”.
En un reflejo de la juventud del Lyon, Fekir a sus 24 años no sólo es el capitán, sino también un líder que provee madurez al resto del equipo.
Es un rol que ha abrazado esta temporada de forma impresionante, en especial tras la salida de Alexandre Lacazette, que puso en duda la capacidad del equipo por mantenerse entre los mejores tres de la Ligue 1.
Como ya ha pasado en otras ocasiones, la combinación de la academia del Lyon con buenos fichajes ha sido la clave para mantener la competitividad.
Mariano Diaz, fichado desde el Real Madrid por 8 millones de euros, suma ya 13 goles en la liga, consolidándose como un gran fichaje. Maxwel Cornet y Lucas Tousart debutaron profesionalmente con otros clubes, pero se han pulido en el Lyon.
El ataque del PSG el domingo, incluso sin Neymar, tenía un valor de mercado superior a los 200 millones de euros; el centro del campo y ataque del Lyon costó menos de 20 millones en traspasos.
El equipo de Jean-Michel Aulas ha mostrado que es posible competir con el PSG si se hace un buen trabajo de fútbol base y se tiene un plan de juego perfectamente ejecutado. Ahora el desafío es terminar segundos en la Ligue 1 y nuevamente dejar una grata impresión en la Europa League.
Incluso si esos objetivos quedan fuera del alcance esta temporada, la continua producción de talento joven del Lyon se mantiene sin igual en Francia, quizá incluso en toda Europa. El grupo actual ha mostrado que tienen un gran ojo para lo espectacular.