Causa demasiada sorpresa saber que existen ciertos jugadores de prestigio que nunca les agradó el fútbol. Ellos solo vieron este deporte como un trabajo.
Por ejemplo, Gabriel Batistuta, goleador por excelencia de Argentina, confesó alguna vez en una entrevista que jamás le gustó el deporte que ejercía. Solo lo cumplía con responsabilidad por ser el oficio que le brindaba dinero mensualmente.
Andrés 'Cuqui' Silvera, a su vez, aseguró que nunca quiso ir detrás de una pelota en su vida, pero que "por más que sea un vago, corro. Porque yéndome bien a mí y al equipo voy a ganar más dinero".
Un personaje más próximo es Gareth Bale. Una de las estrellas del Real Madrid dijo que no era fanático del deporte rey al 100%. Suele disfrutarlo en los campos, pero detesta seguirlo por la televisión.