Esta Copa es un brindis por el adiós, es un final cuando la historia aún no se ha escrito, es un efímero sueño que dura un suspiro. Es una Libertadores que aprisiona a los equipos peruanos, una fiesta a la cual estamos invitados pero no la disfrutamos, la sufrimos.
La noche del martes la guillotina le cortó la cabeza a Melgar, como hace dos semanas a Universitario, como sucede desde las últimas cinco ediciones del torneo continental. El nefasto dato es contundente: desde aquella gesta de Real Garcilaso al llegar a cuartos de final en el 2013, ningún equipo peruano ha superado la fase que ha disputado. Quince veces lo han intentado ocho representantes entre las fases previas y las de grupo, y quince veces han fallado.
¿Romperán la racha Alianza Lima o Real Garcilaso?A la fase que clasificaron los peruanos, en esa se quedaron. Cero avance a nivel de clubes, cero competitividad en un país que celebra su retorno al Mundial luego de 36 años, lo que hace más épica la hazaña de Gareca y compañía.
2014, 2015 y 2016
—Sin pie en bola—
Desde que fue campeón del torneo local en el 2015, Melgar ha disputado 14 partidos de Copa: ganó solo uno y empató otro. Doce derrotas aun jugando la mitad de esos encuentros en Arequipa, como hace dos días ante Santiago Wanderers de la Segunda División de Chile.
El cuadro copero es Cristal, dos veces campeón en los últimos cinco años, pero solo suma 3 victorias y 7 empates en 20 partidos del torneo, en el que no participa en esta temporada. Ni siquiera ha sumado la mitad de puntos disputados.
Si se trata de las fases previas del torneo, las cifras son de escándalo. Alianza tiene una presencia en la Copa en este tiempo y fue en primera fase, en el 2015, cuando cayó eliminado por Huracán con un 4-0 en Matute.
Universitario padece del mismo síndrome. Dos años seguidos diciendo adiós en la primera fase. Capiatá y Oriente Petrolero lograron la hazaña en el Monumental.
2017 y 2018
—Tan cerca, tan lejos—
Números fríos que duelen más cuando se ve la forma en la que se escaparon las sonrisas. Paranaense llevó a Cristal a los penales con un gol en octavo minuto de descuento en la primera fase del 2014. Aurich cayó 5-4 en Chiclayo sobre la hora ante Tigres en la última jornada del grupo 6 en el 2015. Esa derrota sacó a los chiclayanos de octavos y clasificó a River, a la postre campeón del torneo. El 2016 fue trágico con los cero puntos de Melgar y al año siguiente todo mal desde el inicio. Municipal lograba la remontada ante Independiente del Valle en Ecuador pero le empataron en el minuto 93 y se despidió en la primera fase.
Universitario no quiso ser menos y desperdició una ventaja de 3-1 de la ida ante Deportivo Capiatá en Paraguay y en Ate cayó goleado 3-0. Un adiós para los cremas que generó una grieta tanto deportiva como económica en el club. Y la historia se repitió este año. Ganaba 3-0 en casa ante Oriente Petrolero y un error de Fernández en el minuto 84 sepultó la ilusión copera pues vino el descuento boliviano.
—Lo que viene—
Alianza recibe a Boca este 1 de marzo en su debut en fase de grupos. Y más se habla de lo que puede recaudar el cuadro blanquiazul que de la forma en la que se puede detener a Tevez. Más se discute si los blanquiazules debieron jugar en Matute que si Posito o Leyes estarán a la altura de la defensa xeneize. “Sería irresponsable decir que el objetivo es pasar de fase”, ya adelantó el gerente deportivo Gustavo Zevallos.
Garcilaso llegó al inicio del Torneo de Verano casi sin amistosos y cayó ante Boys. Debuta ante Santos también el 1 del próximo mes. Ojalá la altura de Cusco se convierta en su jugador número 12.
Perú no tiene presencia en octavos de la Copa desde el 2013, cuando fue Garcilaso precisamente el que avanzó. Luego, ninguno de los nacionales pudo hacerlo. Cuatro ediciones donde la Copa acaba tras 6 partidos.
Chile lleva tres años seguidos sin presencia en octavos, Venezuela solo lo hizo una vez desde el 2010. El año pasado, tras la fase de grupos, Perú solo superó a los llaneros en promedio de puntos ganados.
¿Podemos aspirar a algo mejor que eso?