Quién iba a decirle al valencianismo que a estas alturas estaría adorando la presencia de un tipo que celebra los goles al más puro estilo de LeBron James y que estaba prácticamente condenado por un gran sector hasta esta temporada. Solo a coletazos se había reivindicado en el campo hasta la llegada de Marcelino García Toral, dejando detrás mayor número de detractores que de admiradores, en un caso muy semejante a Rodrigo Moreno y que, al igual que a este, les situaba en la punta de la lanza y las críticas de lo que fueron dos temporadas de absoluta película de terror.
Pero, con la llega del técnico asturiano, poco a poco fue explotando la mina de diamantes que el jugador gallego tenía escondida en su apellido. Aumentando su participación poco a poco, acabó siendo una marcha más y diferente que poner en juego desde el banquillo y se ganó el título de jugador más decisivo saliendo desde el banquillo debido al número de tantos que conseguía atendiendo a sus minutos sobre el césped. Un crecimiento desde abajo que le ha hecho situarse en este momento como el delantero más en forma del Valencia, habiendo anotado en 3 de los últimos 4 partidos de Liga y siendo el máximo artillero del club entre todas las competiciones (12), igualando el registro de Rodrigo Moreno.
Para encontrar unos datos similares de sus actuaciones hay que alejarse mucho en el tiempo, pero esta pasa ya por ser su mejor campaña a primer nivel, por encima de aquella última que completó en el Celta de Vigo en la 14/15 y que precedió a su paso al conjunto de Mestalla, donde acabó con 9 tantos. Una evolución en el rendimiento de Santi Mina que para los valencianistas cae como agua en plena sequía ante la escasa aportación que están teniendo en las últimas fechas el resto de integrantes de la delantera, preocupando especialmente la situación de un Simone Zaza que ya lleva dos meses sin ver portería.
Lucha, entrega, velocidad, regate, disparo y una capacidad para ser el mejor villano para el equipo contrario que ha hecho cambiar toda la imagen que cosechaba hasta el momento a base de goles y garra, sumando vitalidad al ataque del Valencia que, de su mano, pugna por el puesto de Champions League.