Isaiah Thomas abandonó Cleveland el pasado 8 de febrero. El llamado a ejercer de segunda espada apenas había disputado 15 partidos con un equipo en el que aterrizó a finales del pasado agosto como moneda de cambio en el traspaso de Kyrie Irving a los Celtics. Una salida producida apenas cinco meses antes de una agencia libre en la que espera firmar un máximo contrato que, concluida la pasada temporada, nadie discutía pero que ahora parece complicarse. Mal timing para el base ya que a su reciente lesión en la cadera se le ha sumado un verano 2018 en el que no se espera una lluvia de millones como en los dos anteriores.
Al margen de lo que acontezca en la agencia libre, Isaiah ha analizado su marcha de los Cavs en una entrevista para el programa E:60 de la ESPN que se emitirá el próximo 11 de marzo. "No imaginaba que apretarían el gatillo tan rápido, con sólo 15 partidos disputados. Pero, una vez más, esto se trata de un negocio. Entraron en modo pánico. Estábamos perdiendo muchos partidos y en la franquicia sintieron que necesitaban tomar decisiones", explica el dos veces all star en un adelanto de la misma.
"La gente no se da cuenta de que había ocho o nueve jugadores nuevos en el equipo. Básicamente éramos un equipo nuevo al que yo llegué tras haber estado siete meses parados. Individualmente necesitaba recuperar mi ritmo. Simplemente no funcionó. A veces estas cosas pasan", resume al respecto de una franquicia que en las semanas previas a los movimientos de horas antes al cierre del mercado entró en una crisis deportiva e institucional que puso en jaque su tramo decisivo del curso.
Los Angeles Lakers
Thomas forma ahora parte de los Lakers, el equipo de su infancia. "Simplemente quiero ayudar a un equipo joven que ya tiene definido un sistema de juego. Espero poder quedarme aquí a largo plazo. Pero si no es así, emplearé estos 25 partidos para jugar con todo mi corazón y demostrar a los Lakers por qué debería jugar aquí mucho tiempo", comenta.