La cartelera de Superfly 2 despertó en Román González la ambición de antaño, ese afán por ser el mejor y dominar su época. Ser la estrella cansa, pero no serlo aburre. Miró cada uno de los combates en su cuarto, analizó a los rivales que se mueven en el mismo espectro y su conclusión final fue: “Puedo regresar, sin lugar a dudas, a la cima de los pesos pequeños”.
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Acelerando la intensidad en los entrenamientos, Chocolatito ya piensa en grande: “Para serte sincero, me gustaría enfrentar a Rungvisai en una tercera pelea o disputar algún título contra Donnie Nietes, pero todo a su debido tiempo. Miré a ambos, al tailandés no le vi mucho y Nietes ganó con mucha autoridad, aunque Juan Carlos Reveco ya está viejito, es un boxeador de salida”, señaló el tetracampeón.
Poco a poco las libras de más van desapareciendo, ya luce mejor físicamente y en parte se debe a que González está pesando 135 libras. No obstante, desea antes de irse al campamento a Costa Rica estar en 128 libras, previsto para las primeras semanas de marzo de cara al combate del 5 de mayo, aunque todavía no es oficial, todos los caminos apuntan a esa fecha al retorno de Chocolatito.
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“No quiero acelerar las cosas. Después del 5 de mayo, si me siento cómodo, podría tomar ofertas de peleas importantes, sino no tendría ninguna prisa en esperar y hacer otro combate a 10 asaltos para seguir ganando confianza”, explicó.
Nietes ha pasado toda su vida boxística peleando en su natal Filipinas, y una que otra salida a México. Debutó en Estados Unidos a sus 34 años, pero ha tenido una carrera implacable: 14 años sin perder, es más, su única derrota fue en sus inicios ante Angky Angkotta por decisión dividida. Ha cosechado 41 triunfos y cuatro empates con 23 de sus victorias por la vía del nocaut.
Por su parte, Srisaket Sor Rungvisai demostró ser el mismo boxeador, nada deslumbrante con su estilo, pero de cuidado con su pegada. El sábado se reflejó que el diferente fue Román aquel doloroso 9 de septiembre en Carson.