Barcelona no se guarda nada. A pesar de algunas especulaciones en la previa, Ernesto Valverde pondrá lo mejor que tiene: con Lionel Messi, Luis Suárez y todas sus figuras, el equipo culé quiere mantener la distancia en la cima del campeonato en el choque ante Las Palmas como visitante.
Una victoria sería más que necesaria para el Barsa si se tiene en cuenta que el rival de la próxima fecha será el Atlético de Madrid en el Camp Nou, su escolta a cuatro puntos y máximo rival en la pelea por el título de Liga.
El entrenador de Las Palmas Paco Jémez nunca ha logrado puntos ante el Barça, con un resultado global en contra de 36-5 en ocho duelos, todos con el Rayo Vallecano.
Los número de Messi en febrero y el balance de otro mes fenomenal para el argentino. (Infografía: messi.com)
Desde el arranque quedó claro cómo sería el trámite del partido. Con Barcelona dominando y Las Palmas sosteniendo. Con Messi como abanderado de los ataques del equipo catalán y otro argentino, Leandro Chichizola, el ex arquero de River, como último escollo a superar.
En los primeros 10 minutos, el arquero se hizo gigante y dijo presente para evitar dos chances clarísimas de gol. En la primera, Messi comandó un ataque que encontró a una defensa local muy descompensada. Eran dos contra un solo defensor que retrocedía. Pero el argentino demoró su pase al costado para Luis Suárez y cuando el uruguayo quiso tocar al gol lo atoró muy bien Chichizola.
Lionel Messi encara ante la marca de Alejandro Galvez. REUTERS
Enseguida, la Pulga generó un tiro libre en la medialuna y se encargó de acariciar la pelota por encima de la barrera. Era un golazo, pero el ex arquero de River alcanzó con lo justo a sacarla contra su ángulo izquierdo.
Pero la tercera fue la vencida. Casi un calco del tiro libre anterior. Otra vez lo frenaron con infracción a Messi en la puerta del área y nuevamente el rosarino se hizo cargo del balón detenido. Y no perdonó. Le pegó firme con cara interna y la colgó del ángulo superior derecho. Ahí donde estaba parado Chichizola que no pudo hacer nada esta vez para evitar el 1-0.
Se hace imposible adivinar qué hará Leo cada vez que se para frente a un tiro libre. Sin ir más lejos, el sábado convirtió ante Girona con un remate por abajo de la barrera engañando a los rivales que pensaron un remate con comba por arriba.
Ante Las Palmas probó primero al palo de la barrera y luego al del arquero para inflar la red y gritar el gol 599 de su carrera.
El argentino lleva 538 gritos en Barcelona (372 en la Liga, 98 en la Champions, 47 en la Copa del Rey, 13 en la Supercopa de España, 3 en la Supercopa de Europa, 5 en el Mundial de Clubes) y 61 con la camiseta en la Selección.
Con la ventaja, el ritmo bajó aunque siguió siendo Barcelona el que llevó las riendas. Siempre de la mano del 10.