OPINIÓN: ¿Con Ahmed seguirán Rivera y Oré?, por Elkin Sotelo

Daniel Ahmed es una apuesta sin precedentes en el fútbol peruano. No hay ninguna posibilidad de asegurar que tendrá éxito, pero sí que es una manera diferente de encarar el futuro en un país que siempre se ha quejado de no pensar en los trabajos a largo plazo. Daniel Ahmed, solo por eso, ya se presenta como una innovación y una negativa a todo lo que tradicionalmente ha fracasado.

Pero Daniel Ahmed evitó precisar en su conferencia de prensa de presentación el futuro de dos técnicos que ya residen en el fútbol formativo de la federación: Víctor 'Chino' Rivera y Juan José Oré, quienes cuentan con contrato vigente por algunos años más y que no deberían ser señalados como descartables hacia el futuro, pero que tendrían que ser permeables a los cambios naturales que la designación de una una cabeza exige.

Juan José Oré es un trabajador incansable y que ha sido utilizado por la FPF como un tapador de huecos en diversas categorías con algunos resultados increíbles como la clasificación al Mundial Sub 17 en el 2007, el Sudamericano Sub 15 en el 2013 y la medalla de oro en Nanjing 2014. Pero también otros muy discretos conforme al material humano, pero también a limitaciones de trabajo que requieren un refresco impostergable.

Oré es un patrimonio y merece respeto. Es evidente que su olfato para detectar potenciales talentos está vigente y en el nuevo organigrama de Daniel Ahmed tendrá, seguramente, alguna posición interesante y aporte general al proyecto. Difícil que Ahmed tenga una posición radical y sin muñeca política para desprenderse de un referente de los técnicos de menores en el Perú, cuando lo que ha pedido es unión e integración.

Pero siendo honestos desde ambas partes, Oré podría dar el espacio de dirigir las subs a técnicos que Ahmed designe como la nueva cara del proyecto. Para la Sub 15, Sub 17, hay corrientes nuevas de trabajo y filosofías de entrenamiento que han estado limitadas en los últimos años.

Con Víctor Rivera el caso podría ser diferente. El técnico que supo hacerse un camino en el fútbol y obtener un bicampeonato nacional en Primera División, ha tenido dos oportunidades consecutivas de demostrar mayor capacidad en juveniles y los resultados le fueron adversos. Ni siquiera la Sub 20, haciendo puntos que la llevaron a los Panamericanos, tuvo un ángel o atractivo que invite a la esperanza. No se apreció un molde a destacar. Mucho menos en Toronto. Y es que no solo se trata de un análisis por resultados, sino por no encontrar un patrón de juego sostenido e interesante.

Eso sí, la generación que le tocó dirigir a Rivera en la Sub 20 del 2015 fue distinta en calidad técnica a la que tuvo Ahmed en el 2013. Rivera no pudo encontrar individualidades del tipo de Benavente o Yordy Reyna y tuvo que conformarse con componer un equipo batallador, pero que se olvidó del fútbol y no lo intentó por ningún lugar del campo.

El 'Chino' todavía no recibe el okey de Ahmed. Harán falta conversaciones para comprobar si hay sintonía en las ideas para que se integre al proyecto. Según se aprecia, el perfil de Rivera es permeable para acceder a la nueva corriente y sumar conocimientos, aunque del mismo modo que Oré, debería ceder el espacio a otro técnico para que se haga cargo de la Sub 20.

A propósito, ¿Ahmed debería tomar la dirección de la próxima Sub 20? ¿Un eventual fracaso inicial pondría en tela de juicio este proyecto de 7 años? De cualquier forma, Ahmed no debería perder esa vena de entrenador de campo, principalmente porque es formador comprobado, no solo planificador de proyectos. Y la Sub 20 que viene (nacidos entre 1997 y 1998), que tiene como abanderado al goleador Luis Iberico, pinta perfecta para ingresar a esta promoción de jugadores a un profesionalismo absoluto.