El pasado 17 de enero, el Villarreal anunciaba la marcha de Cédric Bakambu. Aunque su venta permitió ingresar la friolera de 40 M€, lo cierto es que el equipo ha comenzado a acusar más de la cuenta la baja de un futbolista que acumulaba 14 goles en los 21 partidos oficiales que había disputado a lo largo de la temporada.
Lógicamente, nada más confirmar la salida del congoleño, el submarino amarillo acudió al mercado en busca de un recambio. Ya que en mitad de una campaña resulta complicado reclutar arietes que militen en conjuntos de primer nivel, los castellonenses acabaron decantándose por Roger Martínez, ariete colombiano que venía dejando tímidos destellos de su calidad en el Jiangsu Suning.
Pese a que aún es pronto para sacar conclusiones definitivas, queda claro que el cafetero aún se encuentra muy lejos de poder convertirse en el sustituto de Bakambu. De hecho, en los cinco partidos que ha disputado ni se ha mostrado eficaz de cara a puerta ni ha sido capaz de ofrecer nuevas alternativas tácticas. Es más, en estos momentos, parece claro que es el recuperado Enes Ünal quien carga con la responsabilidad de suplir al africano y que Martínez ha quedado relegado a un discreto segundo plano.
Aunque en los primeros choques que sucedieron a la marcha de Bakambu, el combinado de La Plana sobrevivió gracias al acierto de Carlos Bacca y de los jugadores de segunda línea (Pablo Fornals y Denis Cheryshev, principalmente), lo cierto es que en los últimos partidos la falta de un goleador constante ha comenzado a pasar factura . Los apenas cinco goles en los últimos siete partidos se han traducido en la salida precipitada de la Europa League y en una racha de apenas una victoria en cinco partidos de Liga que le ha dejado sin casi opciones de pelear por los puestos de Champions League.