Rafael Márquez, el primer héroe del fútbol mexicano en el siglo XXI, jugó este sábado su último partido de liga con lo que cerró una carrera luminosa, cuya cima alcanzó como titular en el Barcelona de la liga española.
En Pachuca, Márquez jugó los 90 minutos en el empate sin goles del Atlas con el cuadro de casa y cerró así una carrera que solo tendrá un apéndice si el zaguero es convocado a la selección mexicana a los próximos partidos amistosos y a la Copa Mundial de Rusia 2018.
Fue el final a nivel de clubes del mejor futbolista mexicano en los últimos 20 años, que en 1999 fue convocado a la Copa América de Paraguay y a partir de ahí despertó el interés de varios de los mejores equipo del mundo.
Con una gran personalidad, rapidez para tomar decisiones y calma para ejecutarlas, Rafael Márquez vivió sus mejores momentos como figura del Barza entre 2003 y 2010, etapa en la que ganó dos veces la Champions League, cuatro la liga española, tres la Súper Copa y una la Copa del Rey.
En ese tiempo Rafa coincidió con el genio brasileño Ronaldinho, quien años después agradeció haber jugado con el mexicano, a quien calificó como un fenómeno con una tranquilidad y una calidad fuera de lo normal.
Tranquilidad y sangre fría mostró este sábado Rafa Márquez, que pareció jugar un partido más y al terminar dijo a los medios que se iba contento porque siempre lo dio todo y no le quedó pendientes.
Su capacidad de liderazgo le permitió llegar a los 20 años de edad al Mónaco de Francia, en el que rápido ocupó la titularidad y llamó la atención del Barcelona, con el que creció como profesional.
Después de ser considerado uno de los mejores defensas del mundo en algún momento de su carrera, en el 2010 Márquez se fue al New York Red Bulls de la MLS, jugó dos temporadas en el León de México, tuvo un fugaz paso por el Hellas Verona de la Serie A de Italia y regresó al Atlas, en el que debutó en 1996 y en calidad de hijo pródigo eligió para cerrar su carrera.
Si bien a nivel de equipos el “kaiser” mostró su calidad donde quiera que estuvo, quizás será más recordado en México por su capacidad para crear armonía en la selección nacional con la cual jugó las Copas Mundiales de Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Con el “tri” fue integrante del equipo campeón de la Copa Confederaciones de 1999, jugó seis veces la Copa América y cuatro la de Oro, que ganó en 2003 y 2011.
Rafa Márquez dejó al Atlas y la única posibilidad de que vuelva a patear un balón a nivel profesional es si el entrenador de la selección mexicana Juan Carlos Osorio lo llama al Mundial de Rusia 2018, lo cual puede suceder porque el estratega colombiano recomendó al defensa mantener su forma deportiva por si lo necesita.
El pasado mes de agosto el jugador sufrió el golpe más grande de su carrera al ser acusado por el Gobierno de Estados Unidos de tener relaciones con un zar de la droga, lo cual marcó el inicio del otoño como jugador y le quitó la concentración necesaria en su oficio.
Los abogados aseguran que el futbolista saldrá limpio del incómodo proceso, por lo cual abogan sus numerosos seguidores que añoran conservar la imagen casi santa del primer héroe del fútbol mexicano en el siglo XXI.
EFE