La fecha número 14 de la Primera División uruguaya de fútbol dejó un hecho insólito en la previa del partido entre Progreso y Peñarol. El equipo visitante salió al campo y el árbitro Jonathan Fuentes le pidió a Kewin Dawson que se cambie la camiseta, ya que ambos usaban una de color negro.
Finalmente, el aurinegro ganó 1-0, lo que permite seguir en la lucha por el torneo, que se definirá el fin de semana próximo, con ventaja de dos puntos para Nacional.
La llamativa situación se produjo a minutos del inicio. Tras corroborar que la utilería no había llevado un buzo de arquero alternativo, los dirigentes vieron a un fanático en la tribuna con una camiseta naranja, la cual tenía hasta el número 1.
Tras un breve intercambio de palabras, el joven descendió a los vestuarios, se quitó la remera y las cámaras captaron el momento en el que volvía sin ella y con una campera del club.
A pesar del buen gesto del fanático carbonero, las autoridades le permitieron al arquero jugar con la camiseta que había llevado originalmente, y fue el árbitro, quien cambió el negro por el celeste, mientras que un asistente fue hasta la concentración a buscar el buzo verde de la segunda equipación de Peñarol.
Con la cabeza puesta en el partido de Copa Libertadores del miércoles ante Atlético Tucumán, el DT Leo Ramos dio descanso a varios jugadores y el equipo se resintió. Los aurinegros se adelantaron en el minuto 12 por medio de Fidel Martínez, que aprovechó un error en la salida del balón del portero de Progreso.
El tanto de Martínez le permite al aurinegro llegar a la última jornada del Apertura con opciones de ganar el torneo. Nacional, que visitará la cancha de Danubio, tercer clasificado, depende de sí mismo.
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