La situación que ocurrió en 2015 es bastante similar a la que vivirá Boca Juniors esta noche en su partido ante Alianza Lima. Aunque lo realmente importante no estará en La Bombonera -si es que el Xeneize gana su partido-, sino que estará en Sao Paulo, en donde Palmeiras tendrá que sacarle puntos a Junior.
En aquella noche para el infarto, River ganaba su partido y sólo debía esperar. Tigres tenía en sus manos la posibilidad de dejarlo fuera de la Copa Libertadores si perdía ante Juan Aurich. Lógicamente el equipo mexicano ya estaba clasificado y hasta tenía su primer puesto asegurado. El Felino envió un plantel suplente a aquel encuentro en Perú. Y se dio una definición de locos.
Lo ganaba Tigres 1-0. Lo empató Aurich. Lo volvía a ganar. El equipo peruano lo empató y lo dio vuelta en el complemento: llegó a estar 4-2. Pero en la última media hora el Felino lo liquidó 5-4. Todo River festejó. La victoria más autodestructiva del fútbol mexicano.
River se clasificó por la ventana gracias a un partido en el que no fue protagonista directo. Tigres le dio vida. Y fue también Tigres quien lo sufrió en la final: se volvieron a encontrar y los argentinos ganaron 3-0 en el Monumental tras el 0-0 en Monterrey.
Palmeiras tiene la posibilidad de observar este antecedente y el partido se llena de especulaciones. Esta noche se conocerá la verdad.