Así lo hizo saber Adrián Newey, director técnico del conjunto, quien confirmó que el australiano “definitivamente contará con algunas sanciones, aunque todavía no sabemos cuantas”. Es que a lo largo de estas primeras seis fechas, el RB14 N° 3 ya sufrió el único reemplazo permitido en el año del MGU-K (recuperador de energía cinética), la batería y la centralita, por lo que un nuevo cambio de alguno de estos elementos le generaría un recargo de 10 puestos. En caso de superar los 15 lugares, largará directamente desde la última posición, tal como estipuló la FIA para esta temporada.
Por lo pronto, desde el equipo esperan el análisis definitivo que Renault se encuentra realizando sobre la unidad de potencia, que sufrió daños en el pasado GP de Mónaco, y que llegó a complicar el rendimiento del vencedor.
Si bien Newey no especificó los elementos que cree que se deberán suplantar, comentó: "Dudo mucho que podamos competir con el mismo MGU-K que en Montecarlo, considerando que se quemó. Estaría muy sorprendido si lo podemos volver a usar”.