Ayer, cuando los jugadores de la Selección arribaron al hotel en el que se hospedarían en Moscú, un grupo de hinchas aguardaban por un foto o un autógrafo de sus ídolos.
Pero nadie paraba para cumplir el pedido de los simpatizantes, salvo Messi. La Pulga, que bajó último del micro, fue el único jugador que se acercó para atender a los argentinos que viajaron miles de kilómetros para apoyar al equipo.
Imperdible. La soberbia de los pataduras de los compañeros y la humildad del más grande.Quizá Messi sea el mejor ejemplo cuando hablamos de empatía pic.twitter.com/xZnk6ZyO9Z
— Gustavo Libson (@gustlib) 15 de junio de 2018