El Mundial Rusia 2018 se ha caracterizado por ser uno de los más imprevisibles, donde los favoritos están sufriendo más de la cuenta, pero sin duda alguna nadie esperaba que la vigente campeona del mundo, la Selección de Alemania fuera eliminada en la fase de grupos de la justa mundialista, hecho que ha dejado postales que reflejan la amargura, el dolor y la frustración de los hinchas teutones que ya alistan maletas para volver a casa.
Alemania se jugaba una chance de oro para clasificar hacia los octavos de final del Grupo F. Para ello solo necesitaba ganarle a Corea del Sur, la más golpeada del grupo tras perder sus dos partidos ante Suecia y México, no peleaba por nada, salvo por el honor, pero parece que esto fue la estimulación necesaria para salir y hacerle un partido complicado a los teutones.
Mientras que Suecia goleaba por 3-0 a un México irreconocible en Rusia 2018, Alemania solo tenía el deber de ganar por la mínima de 1-0 a los surcoreanos, pero esto no pasó y sobre el tiempo de descuento, Corea del Sur supo hacerse con las suyas para ganar por 2-0 y dejar fuera al cuadro alemán en la fase de grupos, un hecho que no sucedía desde 1938.
Ha sido un golpe duro para una selección que llega con una serie de nombres que juegan en las ligas más importantes, costosas, como competitivas de Europa, pero ello no fue suficiente para que el elenco de Joachim Löw se muestre compacto; de hecho, no solo jugó en contra de los teutones el gran juego defensivo desplegado por Corea del Sur, sino las propias limitaciones de la Selección de Alemania, la principal, la ausencia de un juego rápido, como la poca eficacia para definir de cara al gol.
Quienes más sufrieron fueron los hinchas alemanes que tenían todo listo para armar la celebración por la clasificación a octavos de final, pero lo cierto es que conforme pasaban los minutos, al ambiente de fiesta, las sonrisas, se tornaron en rostros de incredulidad, de molestia, de preocupación y ansiedad, la cual dio paso a expresiones de desazón y amargura al sonar el pitazo final que sentenció la suerte del campeón del mundo en 2014.