Tomás Peribonio Ávila no es solo el futuro de la natación tricolor: es el presente. A sus 22 años se siente un guayaquileño más, pese a haber nacido en Miami (EE.UU.), ciudad donde vivió apenas semanas, antes de residir en una urbanización de la vía a la costa con su familia. Allí aprendió “a nadar antes de caminar”, contó a este Diario el internacional por Ecuador desde 2015. Actualmente entrena en Florida, donde no ve “tantas piscinas vacías” como en Guayaquil, lamentó. En el Puerto Principal, entre el 25 y 28 de julio, alcanzó el oro en cada una de las nueve pruebas que disputó en la XIII Copa Internacional de Natación Ciudad de Guayaquil y sumó su octavo récord nacional absoluto en piscina olímpica.
¿Por qué competir por Ecuador a pesar de ser un ciudadano estadounidense?
Hace tres años, mi papá (de nombre homónimo) me dijo que yo tenía buenos tiempos y creía que había la posibilidad de representar a Ecuador. Fue entonces cuando empecé a mejorar mucho y dedicarme de lleno a la natación. Cuando tienes un país al que representar internacionalmente, eso te motiva un poco más.
¿Cómo le fue en su primera competencia como ecuatoriano?
A los 19 años ya estaba en un Panamericano (Juegos de Toronto 2015), ganando cinco o seis pruebas (además de registrar dos de sus marcas nacionales). Me dio mucha energía tener una bandera (tricolor) en el gorro en vez de solo una universidad o un club (de Estados Unidos). Ya tienes un país detrás de ti apoyándote. Fue algo inolvidable en mi carrera.
¿Qué razones le impulsaron a participar en la reciente competición porteña?
No tenía que hacerlo. No es una competencia que me aporte recursos. Pero quiero que la gente me conozca y sepa que existe un nadador guayaquileño que ha sido mundialista (Budapest 2017, donde se situó 12º en los 400 metros combinado). Y que sirva de inspiración.
¿Falta inspiración en la natación guayaquileña?
Me entristece tener tan perfectas piscinas vacías. Yo entreno en EE.UU. y no tengo piscinas así. Ver el talento (desperdiciado) que tenemos acá es un poco triste. Hay tremendo talento de calidad mundial. Yo estoy impresionado con la (piscina) Olímpica (ubicada en José Mascote y Luque), pero está vacía. Le falta vida a la natación guayaquileña.
¿Sucede algo similar en los Estados Unidos?
No. En Estados Unidos no hay piscinas vacías y todas se usan 16 o 17 horas al día. Acá (en Guayaquil) se ve gente por periodos del día. Un día vine a entrenar y tenía dos piscinas (de 50 metros) para mí solo. Hay que darle un poco de ánimo a la natación. Para eso vine a competir.
¿Actualmente recibe algún tipo de apoyo estatal?
Estoy muy agradecido con el Ministerio del Deporte. Soy parte del Plan de Alto Rendimiento, en el nivel 3. Me llegan recursos (económicos) mensualmente. Lo más importante es que me financian los viajes a las diversas competencias.
¿Qué proyecciones tiene?
Mi meta es sacar medalla en Tokio 2020. Tengo carreras hasta entonces. Me digo que estas oportunidades en la natación solo me vienen cuando estoy joven, así que apunto totalmente a las Olimpiadas. Si bien es mi mayor objetivo, quiero lograr cupo ya el próximo año que se abre la clasificación (18 meses antes). Quiero clasificar lo más pronto posible. En el Panamericano (Lima 2019) quiero hacer esa marca. También allí apunto al oro.
¿Cómo se está entrenando actualmente para lograrlo?
Tengo la oportunidad de entrenar con diez de los mejores nadadores del mundo y con el actual entrenador de la selección estadounidense (Gregg Troy). Figuro en el programa de Mark Bernardino (entrenador norteamericano), pero ahora estoy haciendo campamento con este entrenador olímpico, quien además dirigió a Ryan Lochte (multicampeón olímpico), a quien en la natación solo lo supera Michael Phelps (el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos). También está Caeleb Dressel (campeón mundial y olímpico), el fenómeno norteamericano del momento.
¿A quién admira?
Admiro mucho a mi hermano mayor (Michael). Siempre he seguido sus pasos. La pasión que siento (en la natación) es por él. También admiro a Phelps y Lochte. Ahora que entreno con gente que admiro mucho se aprende mucho también y esa es la diferencia de que haya aprendido tanto últimamente. De a poco he conseguido logros. Ya ha sido tremendo. La natación es mi vida al ciento por ciento. (D)
Me entristece que existan tan perfectas piscinas que estén vacías (en Guayaquil). Ver el talento (desperdiciado) que tenemos es un poco triste. Existe calidad mundial.
Tomás Peribonio Ávila, nadador ecuatoriano de 22 años