CIUDAD DE MÉXICO.- Edson Álvarez se acostumbró a caminar entre la gente como uno más.
El nuevo fichaje del Ajax creció deportivamente alejado del glamour del futbolista profesional, que está acostumbrado a los lujos, autos deportivos y sueldos millonarios. Cuando tenía 19 años comenzó a forjar su propia historia en un futbol que cada vez tiene menos espacio para los mexicanos, no importa si juegan para el equipo más ganador o para las selecciones juveniles.
“Uno desde niño anhela jugar en un estadio lleno, que la gente grite y te apoye”, aseguró el defensa de las Águilas del América, en aquel momento, 2016, recordando que fue cortado a los 14 años de las fuerzas básicas del Pachuca por "baja estatura".
“El golpe más duro que he tenido fue cuando me corren de Pachuca porque yo sabía que era el sueño de toda la familia. Dije ‘ya no vuelvo a jugar futbol’, terminé muy decepcionado”.
Sus padres fueron testigos de ese duro momento para la familia.
“Fue muy difícil para la familia, pero no tanto nosotros porque el hijo no iba a ser futbolista, sino por él”, expresó entonces la mamá de Edson, Adriana Velázquez, en la que era su casa, en Tlalnepantla.
“Estaba en el suelo, estaba derrotado, en Cuarta División, pero le dije ‘¡dale hijo, vamos, vamos! Estás trabajando entonces tiene que producir algo de lo que estás haciendo’”, recuerda Evaristo Álvarez.
Dos años después, a los 16, Edson se convenció de hacer una prueba en América y fue aceptado luego de 3 meses de prácticas. Paradójicamente, Edson mide hoy 1.87 metros y era en 2016 el único jugador de fuerzas básicas del América titular en el equipo que dirigía Ricardo La Volpe.
El defensa central, adaptado por La Volpe como lateral derecho por la gran cantidad de lesiones que afectan al América, invierte entre tres y cuatro horas diarias y gastaba más del 70 por ciento de su sueldo en transporte para ir de su casa (en Tlalnepantla) al club y de regreso.
Su primer momento de carácter lo mostró en la Semifinal de la Copa MX en octubre de 2016, ante Chivas. Mientras algunos de los más experimentados del equipo no quisieron patear, Edson pidió la pelota.
“No había tiradores concretos, entonces (Rubens) Sambueza fue el que me arropó y dijo: ‘el flaco quiere tirar, denle la oportunidad, él lo sabe hacer'", recordó a ESPN.
“Era hora de hacer algo diferente en mi carrera como futbolista y pensé, ‘si no es ahora, no es nunca’. Álvarez hizo una gran ejecución, y si bien las Águilas quedarían eliminadas ante Chivas, ese puede ser el momento clave que Edson necesita para demostrar su talento en el primer equipo.
“Yo creo que todos en el principio sufren, no sé si sea sufrir o no, pero hacen mayores esfuerzos, yo creo que es la palabra. Y ese recorrido que haces (entre Tlalnepantla y Coapa) tal vez se te hace pesado pero sabes que tienes un sueño y vas por eso, no quitas el dedo del renglón nunca”.
Su padre y su hermano fueron jugadores de Tercera y Segunda División... Ellos están ahí para recordarle siempre a Edson que con esfuerzo, trabajo y sacrificio, cualquier sueño es posible.