Hace ya ocho años que sigo a la selección femenina de Estados Unidos (sí, la actual bicampeona mundial) y desde aquel primer partido que vi de ellas, imaginé que algún día mi Blanquirroja estaría en una Copa del Mundo. Recientemente, tras su participación en el Mundial de Francia 2019, investigué sobre Argentina, de cómo llegó su liga a ser profesional. Entendí que tras una dura y larga lucha, alzando la voz, lo lograron y pensé que algún día en Perú sucederá lo mismo. Ojalá sí. Ni qué hablar de la brasileña Marta o la histórica Formiga, dos cracks de talla internacional que nos han regalado verdaderos golazos.
Por: Adriana Barrantes
@Adbarrantesg
Pero también podemos hablar de las arqueras Karla López y Maryory Sánchez. De las defensoras Kiara Ortega, Even Pizando, Stephannie Vásquez, Estefany Espino, Amparo Chuquival y Katarina Comesaña. O podemos conversar de un mediocampo compuesto por Scarleth Flores, Cindy Novoa, Sandra Arévalo, Emily Flores, María José López y Nahomi Martínez. Y repasar los golazos de Miryan Tristán, Gladys Dorador y Steffani Otiniano, Pierina Núñez, nuestra selección peruana femenina que desde el domingo defenderá con orgullo, sudor y el alma la Bicolor en los Panamericanos Lima 2019.
En las últimas horas se está hablado mucho de la selección peruana femenina, pero no por su preparación (que es desde hace ocho meses y tuvo once micro ciclos) para lo que será su participación en los Panamericanos Lima 2019, sino de un desafortunado comentario que minimiza o intenta reducir el trabajo de las futbolistas a cargo del profesor Doriva Bueno.
Tras el pedido de apoyo y llenar el estadio de San Marcos este domingo 28 de julio para el debut ante Argentina, las seleccionadas recibieron una burla, con baile incluido, como respuesta: "Primero dejen de reclamar tanto y después ganen pues, por favor. Dios mío, una lágrima son, una lágrima son”, fue la frase que soltó 'Paco' Bazán e inundó las redes sociales y se convirtió en tendencia.
Pero, ¿qué se reclama? En Perú, el fútbol femenino no es profesional y quizás pase muchos años para que lo sea si seguimos dando la espalda a este grupo y todas las generaciones que vengan. Espero equivocarme. El año pasado se puso en agenda que a partir del 2019 todos los clubes de Primera División, hoy llamada Liga 1, debían contar con un equipo femenino, en busca de un crecimiento y la descentralización del deporte para lograr la profesionalización. Han pasado siete meses del año y las cosas no han cambiado mucho.
De los 18 clubes que disputan la Liga 1, solo 8 han cumplido con lo acordado: Academia Cantolao, Alianza Lima, Deportivo Municipal, Sport Boys, Sporting Cristal, Universidad César Vallejo, Universidad San Martín y Universitario de Deportes. La historia se cuenta sola...
¿Queremos seguir hablando de 'reclamos'? Hace algunas semanas se hizo viral un comparativo de los beneficios con los que cuentan las selecciones masculinas y con las que no cuenta la selección femenina. Desde las instalaciones para entrenar o el apoyo de las entidades públicas y privadas que no apuestan por ellas y, la difusión y transmisión de sus partidos. No me parece descabellado alzar la voz por la igualdad de condiciones.
Tras la polémica, se puso la premisa que la crítica fue por los malos resultados de las chicas. Entonces, ahora, hablemos de resultados. Remontémonos al 2018, Copa América disputada en Chile. La selección peruana femenina quedó última del Grupo A, con tan solo un punto rescatado en el empate ante Uruguay por la mínima. Se jugaron cuatro partidos, perdieron tres: ante Paraguay, Colombia y Chile. Fueron doce goles en contra con los que se regresaron al país. Comprendo su punto de vista, pero no lo comparto.
Reconozcamos que son cifras nada favorables, pero, ¿acaso nos hemos olvidado los malos resultados de la selección peruana antes de la llegada de Ricardo Gareca? No tengo nada en contra de la Blanquirroja, pero seamos justos. Si mediremos por rendimiento el apoyo, las burlas, menosprecio, críticas y demás frases sueltas, me hago o les hago la pregunta. ¿Por qué íbamos a los estadios luego de una goleada?
Para las Eliminatorias al Mundial Sudáfrica 2010, Uruguay nos metió 6-0 en Montevideo. Ecuador, en Quito, nos hizo 5, Bolivia nos mandó de regreso a casa con un 3-0 y Brasil repitió el plato y el marcador con tres 'pepas'. Entonces, si de resultados hablamos ¿Por qué seguimos apoyando sin reparo alguno si los números no nos alcanzaban y anduvimos, por años, jugando con la calculadora en la mano?
En Sudamérica solo cuatro países tiene el fútbol femenino de manera profesional: Brasil, Chile, Argentina (que durante la Copa América Chile 2018 reclamó ser escuchadas y mejoras en el fútbol femenino poniéndose la mano en los oídos y dio resultado) y Colombia. De estas cuatro ligas, las tres primeras selecciones fueron al último Mundial Francia 2019. ¿Nos indica algo?
Está claro que todos queremos celebrar triunfos peruanos en las distintas disciplinas que se desarrollarán en los Juegos Panamericanos Lima 2019, pero no se trata de exigir o 'pinchar' la llanta por 'malos resultados', cuando la historia nos va a golpear y recordar que un 'Tigre' llegó para cambiar y revolucionar el fútbol peruano. A base de esfuerzo, es cierto, como el que ellas ponen pese a todas las limitaciones que tienen. Una mejora que nos permitió ir a una Copa del Mundo luego de 36 años con apoyo de los hinchas, del hincha incondicional, ¿recuerdan, el que pone el pecho siempre? ese que solo busca ver la Blanquirroja en lo más alto.
Entonces, me pregunto una vez más ¿por qué no podemos llenar el estadio de San Marcos el domingo y dejar la garganta por ellas? Si la historia ya nos demostró que sí podemos, que si todos juntos, instituciones, dirigentes, futbolistas e hinchas jalamos para un lado, llegaremos lejos. No volvamos a ser esa afición que se guiaba de los resultados, no volvamos a los años en los que la ilusión estaba muerta, no esperemos tantos años para ver a la selección peruana en un Mundial, pero por sobre todas las cosas contribuyamos con el cambio y logremos la profesionalización.
Tenemos una cita este domingo a las 8:30 p.m. en el estadio de San Marcos en el debut ante la mundialista Argentina. Un cita para sudar con las chicas la gloriosa Blanquirroja, para cantar el himno nacional, para abrazarnos con desconocidos celebrando un gol o quedarnos en las gradas, pase lo que pase, y despedirlas entre aplausos. Tenemos una primera cita que puede ser el inicio de una bonita relación, con altas y bajas, pero que 'pinta' para durar muchos años.