Yoel Romero es parte de la élite mundial de los deportes de contacto desde hace más de 20 años: medallista olímpico en lucha libre –ganó plata en Sídney 2000–, campeón panamericano y mundial, y dos veces retador al título de UFC.
A los 42 años, el atleta cubano enfrentará este sábado en UFC 241 (California, Estados Unidos) al brasileño Paulo ‘Borrachinha’ Costa, un oponente invicto y 14 años menor que él. El ganador podría convertirse en el próximo retador al cinturón de peso medio (84 kg) de la organización.
En esta entrevista exclusiva con El Comercio, Romero habla de su vida como atleta, la rivalidad con Robert Whittaker –con quien sostuvo dos guerras a cinco asaltos–, su futuro en las MMA y otros asuntos.
–Su última pelea fue en junio del 2018 y estuvo fuera de competencia por lesiones y otros problemas, ¿cómo está ahora?
Muy bien, gracias a Dios me siento muy bien y muy contento. Verdaderamente le doy gracias a Dios por tener nuevamente la posibilidad de hacer lo que me gusta.
–En una entrevista reciente, su ‘head coach’, Pedro Lay, habló del gran valor que usted da a la familia y que esta es casi parte de su campamento…
Siempre tener a la familia junto [a uno] es de gran importancia. A pesar de que tengo buena parte de mi familia en Cuba, eso me ayuda también de cierta forma, porque el hecho de que estén allá me hace ser más aguerrido para lograr algún día tenerlos a mi lado.
–Más de una vez se ha mostrado disconforme con el resultado de la segunda pelea contra Robert Whittaker [en UFC 225], ¿sigue pensando que ganó esa pelea?
Sí, claramente. Yo sigo pensando que gané las dos peleas. Las dos peleas con Whittaker creo que las gané yo.
–Lay cree que usted podría competir en la élite mundial de las MMA por cinco o hasta 10 años más, ¿por cuánto tiempo más piensa competir?
No solo es mi cuerpo, es mi mentalidad, mi espíritu guerrero. Estamos hablando de unos cuatro años. […] Pero yo quiero tener más tiempo con la familia, mis hijos, tener mis vacaciones, disfrutar un poco más de ellos. Esto [las MMA] implica: mucha disciplina y, a veces, estar alejado de la familia.
–Pero tiene vigente un contrato de ocho peleas más con UFC…
Sí, que equivale a unos tres o cuatro años, porque yo hago dos o tres peleas cada año.
–Usted compite en la élite mundial –primero en lucha y ahora en las MMA– desde hace más de 20 años, ¿cuál es la clave para permanecer en esto durante tanto tiempo?
Creo que hay dos cosas. Una es Dios y segundo que desde que tengo 8 años quise esto, en una vida apegada al deporte. […] Yo entreno con muchachos jóvenes con mucho talento y me pongo a competir con ellos, veo que sigo entrenando bien. Eso hace que yo siga con ese espíritu.
–Suele hablarse acerca de su estado físico, ¿es metódico y disciplinado incluso cuando no está en competencia?
Yo soy una gente normal, quien me conoce lo sabe. No soy de tener vida nocturna. Sí suelo salir, pero no soy de parrandear. Lo único malo que yo tengo, mi debilidad, es que soy muy comelón. Me encantan los dulces y principalmente los que se hacen en casa.
–Volviendo a Lay, una persona que lo conoce muchísimo. Él dice que es muy difícil que usted salga de “su paz”, y el apodo que usted utiliza es ‘Soldier of God’ [soldado de Dios], ¿qué rol juega la fe en su vida?
Un ciento por ciento. El que hace que mi carrera sea como es, ese es Dios. Eso lo tengo sumamente claro, Dios me levanta y sostiene, está a mi derecha e izquierda. Él me rodea.
–En sus dos últimas peleas en UFC usted no pudo llegar al peso acordado [83, 9 kg], ¿cómo va en esa área a pocos días de la pelea?
Muy bien, no tengo ningún tipo de problema. Les digo a los muchachos que estén muy tranquilos. Se va a hacer el peso muy bien, muy fácil, como siempre se ha hecho. No me preocupa para nada, nunca me ha preocupado [el peso]. No quiero tocar mucho el tema, pero sabía que iba a haber problema en los últimos dos pesos. Pero ahora estoy muy tranquilo.
–¿Es una posibilidad verlo pelear en el futuro en la división de los semipesados [92,9 kg o 205 libras]?
No, la única manera en la que yo pueda subir a ese peso es que deje de entrenar, esa es la única manera de que yo pueda pelear en 205 [libras]. Cuando estoy entrenando todos los días pierdo mucho peso y lo máximo que peso es 207 libras [93,89 kg] o libras 208 [94,34 kg], y comiendo bastante.
–En una entrevista con UFC Brasil, Paulo ‘Borrachinha’ dijo que “voy a comenzar a cazarlo desde el inicio de la lucha y si él quiere cazarme a mí, va a caer más rápido”. ¿Qué tiene que decir al respecto?
Dios mío… yo ni le presto atención, que diga lo que quiera.
–¿Se anima a dar un pronóstico para la pelea de este sábado?
Dios siempre cumple sus promesas.
–¿Y para la pelea de octubre entre Whittaker e Israel Adesanya por el campeonato de la división? El ganador podría ser su próximo rival.
Solamente sé que el público va a tener una gran pelea.