No nos reponíamos del impacto del deceso de Ricardo Clavito Murrieta –brillante nadador de los torneos del Pacífico Sur en la década de los 60 y seleccionado nacional en mayores al Sudamericano de 1964 y los Bolivarianos de 1965– cuando nos llegó la dolorosa noticia del óbito, en Buffalo, estado de Nueva York, de Jorge Jiménez Lascano, quien fue uno de los deportistas ecuatorianos más brillantes entre 1956 y 1964.
Jiménez apareció en la piscina del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, en 1956, para incorporarse al grupo que renovó la natación bajo el mando de Gastón Thoret Marcos. La pileta colegial era el vivero que produjo las grandes figuras de nuestra natación cuando ese deporte parecía desfallecer. Fue la Edad de Oro del Deporte Vicentino, conducida por el insuperable director de Deportes José Carbo Robles.
Pronto mostró Jiménez sus notables condiciones naturales. En 1958 Ecuador conformó la selección al II Campeonato Grancolombiano, en Cali. Toda la delegación nacional, a excepción de los saltadores Elmo Cura Suárez y Vicente Contreras, estaba integrada por estudiantes del Vicente Rocafuerte, un caso único en la historia deportiva del país en todos los tiempos. Jiménez consiguió plata en 100 y 200 metros mariposa, escoltando a Pepe Ferretti y nuestro país se clasificó vicecampeón grancolombiano.
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En 1959, otra vez los nadadores vicentinos, con el refuerzo de Peche Falquez, Agustín Andrade y Carlos Flores, se adjudicaron el título de campeones grancolombianos. Jiménez volvió a ser medalla de plata en 100 y 200 metros mariposa.
Su apogeo empezó en el inolvidable IV Grancolombiano cumplido en la vieja piscina Olímpica. Jiménez fue la estrella masculina al ganar los 100 y 200 metros mariposa, los 400 metros combinado y los relevos 4x100 metros cuatro estilos y 4x200 metros combinado. No podemos olvidar la vuelta olímpica que en hombros del público le dieron al vencer Jiménez en 200 metros mariposa.
Eran tiempos en que la natación llenaba las graderías de la Olímpica. El siempre entusiasta Pedro Iglesias Caamaño, fundador y presidente del Náutico Guayas, organizó en octubre de 1961 un torneo amistoso al que llamó Estrellas Continentales y se dio el lujo de traer a dos recordistas mundiales: el brasileño Manuel dos Santos y el argentino Luis Nicolao. El público estaba ávido por ver el duelo del gaucho con Jiménez. Fue una de las carreras más sensacionales que se vio en la Olímpica. En los 200 m mariposa Jorge aventajaba a Nicolao hasta los 170 metros, aproximadamente, cuando con un pique fabuloso el argentino igualó la carrera. Llegaron juntos con el mismo tiempo (2m26s01cs), pero las tarjetas de los jueces dieron la victoria a Nicolao.
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Los Bolivarianos de Barranquilla de 1961 fueron una muestra del dominio que ejercía en esos años la natación guayaquileña. Ecuador barrió en todos los estilos. Jorge fue medallista de oro en 100 y 200 m mariposa y 4x100 m combinado, y plata en 4x200 m libre. En el Sudamericano de 1962, Jiménez fue subcampeón en 200 m mariposa, atrás de Nicolao. En 1964, en Guayaquil, obtuvo bronce en 100 y 200 m mariposa.
Ese año se retiró. Tras cumplir memorables faenas y pasar a la historia como uno de los mejores nadadores del país, gracias a sus triunfos internacionales, viajó a España a estudiar Medicina. Luego se radicó en EE.UU., ya casado con Judy Mucha, voluntaria del Cuerpo de Paz, quien vino a la ciudad en 1962 como instructora de natación. Jorge fue no solo un gran deportista. Fue un insuperable compañero de pileta, un amigo lleno de nobleza y un ciudadano ejemplar. La natación está de luto por Ricardo Murrieta y Jorge Jiménez. (D)