MÉXICO -- El cisma en Cruz Azul se ha profundizado tanto que no se ve un horizonte claro para que los actores del problema se tomen de la mano y busquen intereses comunes en torno al equipo. Imposible cuando en 20 años no lo han logrado. Hoy, ahora menos; el poder está en juego. Todos mueven sus piezas y aparentemente quién está en jaque es Guillermo Álvarez Cuevas, director de la cooperativa y presidente del club Cruz Azul.
El rompimiento es tal que las posturas deportivas están encontradas, superpuestas. Una de las figuras que en estos momentos marca esa diferencia tiene nombre: Ricardo Peláez, exdirector deportivo del equipo, según un grupo y en el mismo cargo del club para Guillermo Álvarez, quien es el que ‘toma’ las decisiones en la institución. La cara de la misma.
Este viernes o sábado podría ser la plática entre ‘Billy’ y Peláez, pero no hay una fecha exacta. El primero buscará retener al directivo que ya le dio dos copas, a la escuadra, pero el verdadero conflicto viene más atrás: Sus vicepresidentes (uno aceptado por el mismo Billy, en el caso de su hermano, Alfredo Álvarez y otro en análisis, como lo es Víctor Garcés), prácticamente dan por hecho que Ricardo está fuera de la estructura desde el mismo momento que en forma verbal puso su renuncia en la mesa, misma que fue aceptada. Incluso las versiones sobre lo sucedido el viernes pasado en La Noria también impactan entre sí, porque mientras una parte asegura que volvió a renunciar al cargo, por la mañana, la otra asevera no ser verdad e incluso se afirma que los dos directivos empoderados, apuraron a Peláez a irse, pues además presuntamente quería ser parte de la conferencia, show que no iban a permitir la dupla Garcés-Álvarez.
Al seno del binomio también se considera que los gastos que ha hecho el club son muchos. En el programa Futbol Picante del jueves pasado, Garcés reveló que suman cerca de 80 millones de dólares. No sólo eso, también creen que el sueldo de Peláez es muy oneroso, ya que el dirigente percibe un salario (omito en esta ocasión la cantidad) que incluso estaría por encima del propio presidente del equipo, lo cual no lo ven correcto y tampoco lo van a permitir. Entonces, si se queda, ¿le rebajarán el sueldo? ¿Quién doblará las manos?
Otro punto que se buscará resolver es la intromisión de Robín Álvarez en decisiones del equipo debido a que no es considerado un miembro de la directiva. Ese punto es uno de los más álgidos ya que se reconoce que es el hijo del presidente del conjunto, pero en la toma de decisiones no tiene porqué prevalecer su opinión, pues en ningún papel se asegura que es miembro de la directiva. Un punto que consideran también debe aclararse de una vez por todas.
Una duda ¿razonable?
Hasta el momento, la situación de Víctor Garcés es muy ambigua, en relación a su situación jurídica dentro del club. Por un lado, el abogado presentó junto con Alfredo Álvarez, al actual director técnico del equipo, Robert Dante Sibioldi; sin embargo, el propio Billy expresó que al no ser cooperativista se revisarían al interior del organismo ese tema para aclarar cuál es el verdadero papel que juega en el organigrama.
Por otro lado, gente de la Federación Mexicana de Futbol me aseguró que Víctor Garcés sigue como vicepresidente, con lo cual los asuntos jurídicos del equipo están en su terreno, situación que permite que el dirigente se ostente en el cargo, pues ante la Liga BBVA MX no existe un documento que lo desconozca. Otro detalle es que ningún cooperativista ha impugnado a Garcés y como dato adicional el dirigente accede sin problema alguno a las instalaciones de la La Noria y la propia Cooperativa Cruz Azul. Si no es cooperativista o miembro activo del club, ¿por qué lo dejan pasar a las instalaciones?
¿Por qué Billy lo acepta?
Horas difíciles La situación de Guillermo Álvarez en la cooperativa no es la mejor. La última asamblea fue impugnada pues no salió bien parado ante los cooperativistas. El grupo disidente lo dejó prácticamente fuera, situación que impidió Garcés al impugnar la asamblea en un juzgado lo que devolvió el poder al experimentado directivo cruzazulino. La situación raya en lo inverosímil, porque el propio Garcés quien tiene a su cuñado contra la pared: El abogado ingresó una solicitud -más no demanda, es un error que se afirme este recurso- para que Guillermo Álvarez rinda cuentas de los gastos generados por el equipo en muchos rubros específicamente la compra de jugadores.
Hasta donde se sabe sobre esta ‘solicitud’ ya habría llegado a las oficinas de Don Guillermo el requerimiento de presentación y deberá hacerlo lo más pronto posible, pues en caso de que no lo ejecute se consideraría una persona aparentemente confesa. El tema tiene al directivo contra la pared, acaso a merced de la propia persona que lo restituyó en su cargo como director de la cooperativa. Si es así, Garcés tendría amarrado de manos a su cuñado.
La idea al interior de la cúpula es que las tres partes hablen, aclaren y reduzcan los márgenes de confusión que hay en el medio futbolístico y que sin duda ha arrastrado al equipo sumiéndolo en una profunda crisis de títulos de liga y en medio de una pugna por el poder que ha llegado a ventilar una mala relación incluso que alcanza lo familiar. Ahora será importante saber si los tres darán la cara o viene el rompimiento final en el que ‘Billy’ quedaría aparentemente solo. Tristemente en Cruz Azul no ha pasado lo peor... El circo no ha presentado la mejor ‘suerte’, y aún podría caer el peor acto si siguen los disparates del espectáculo que han dado en los últimos años.