Entre las páginas más ásperas de las escrituras de Emelec se halla, sin embargo, uno de los pasajes más épicos en la historia del club millonario: el de aquella vez que un abnegado salvador obró 'un milagro’ en Quito e impidió que los azules retornaran a la serie B, de donde apenas seis meses antes habían logrado resucitar.
Jesús Cárdenas es el nombre del legendario goleador eléctrico que el 29 de noviembre de 1981, en el estadio Olímpico Atahualpa, firmó un doblete redentor y tras vestirse de héroe se revistió de arquero. En frente, el América, en un duelo que si los eléctricos perdían se condenaban al descenso, castigo con el que finalmente se sentenció al también comprometido equipo capitalino.
Foto 1: Una alineación de Emelec de 1981, que evitó bajar. Arriba: Miguel Onzari (i), José Marcelo Rodríguez, Jorge Valdez, Ember Quinta, Miguel Cedeño, Gerardo Pelusso, Lupo Quiñónez. Abajo: Ubaldo Quinteros (i), Stalino Sánchez, Jesús Cárdenas, José Gómez. ARCHIVO
Aquella última jornada del Torneo Finalización de hace 38 años, los cebollitas –colistas en la clasificación, apenas un punto por debajo de Emelec– se adelantaron en el marcador por partida doble. Carlos Collahuazo abrió la cuenta a los 44 minutos, ayudado por un desafortunado desvío del zaguero José Marcelo Rodríguez, y el mítico Polo Carrera aumentó con un trallazo a los 61.
La 'Bruja' Rodríguez lo evoca aún como un momento de “frustración”.
“Son situaciones que se presentan y por las que uno se siente mal. Por sí mismo ya era un partido demasiado complicado, de vida o muerte, de sacrificio en la cancha. Imagínese, haber trabajado tanto para volver a descender”, dijo a EL UNIVERSO el excapitán de los azules en diálogo telefónico desde Nueva York, EE. UU.
Foto 2: El 'Jechu' Cárdenas (d) anota el segundo gol de Emelec, iguala el marcador frente a América y salva a los azules de volver a la B. ARCHIVO
Esa lejana tarde, por los locales formaron Constantino; Guaña, Guevara, Zapata, Collahuazo; Carrión, Vallejo (Sánchez), Rivadeneira; Corella (Santacruz), Carrera, Gutiérrez. Y al frente, Onzari; Rodríguez, W. Valdez, Fraijó (J. Villacís), Morán; Sánchez, Quinta, Delgado Pineda, Agüero (Torres); Cárdenas, Quiñónez, pupilos de Eduardo Hohberg.
Fue luego de ambos golpes cuando emergió “el empuje y la calidad” –relató este Diario– de Cárdenas, quien volvía de una suspensión y cursaba el primero de sus 14 años con Emelec en primera división. El artillero fulminó al guardameta argentino Raúl Constantino a los 66 y 75 minutos y devolvió el aliento a los emelecistas, en parte valiéndose de que América jugaba ya “más para las tribunas que para el marcador”.
“Con la hazaña del 'Jechu' tuvimos la oportunidad de quedarnos en la serie A”, recordó Lupo Quiñónez, excelso exbombardero azul y autor intelectual –el del pase gol– ese día del primer tanto de Cárdenas.
Como el empate aseguraba la permanencia de los eléctricos en la A, el meta Miguel Ángel Onzari –quien días antes había recibido la medalla del Mejor Extranjero del año– “quemó tiempo reiteradamente” y debió irse expulsado por doble amonestación cuando restaban 10 minutos para el final.
Un sacrificado Cárdenas se enfundó entonces el buzo de guardameta y “con tres buenas intervenciones sacó incólume la portería” de Emelec, publicó este Diario, mientras “Lupo, como solitario atacante, llevaba (todavía más) peligro sobre la valla de Constantino”.
Foto 3: Los exfutbolistas de Emelec José Marcelo Rodríguez (i) en 2018 y Lupo Quiñónez en 2015. ARCHIVO
El ‘salvador de Emelec’
“Él ('Jechu') decidió ser el arquero. En los ensayos nos poníamos a tapar (los que no eran goleros de oficio). Quien más iba al arco era Jesús Cárdenas. Creo que le tocó el sentimiento de ir al arco (ante América) y fue algo genial para nosotros”, recordó el Tanque de Muisne, con quien coincidió Rodríguez al destacar al ariete como “salvador de Emelec” de aquel día.
- 90 años de una devoción llamada Emelec
Al final, “un triunfo moral” para los millonarios, que llegaban “en la cuerda floja”, pero que en El Batán “actuaron con capricho” por salvar la categoría y liquidaron al América, que “no contaba con el pundonor” de Emelec, relataron las crónicas de los días siguientes.
(D)