Uno de los equipos históricos del Viejo Continente es el AC Milan. El conjunto rossoneri se encuentra en horas bajas, lo que ha provocado que surjan las primeras voces críticas de cara a un posible nuevo cambio en el banquillo. Marco Giampaolo no termina de dar con la tecla, si bien es cierto que la plantilla que tiene a su disposición dista en demasía de aquella que tuvo Carlo Ancelotti en su época más dorada.
La entidad de San Siro se encuentra en la zona comprometida de la clasificación en la Serie A, dado que es decimosexto con 6 puntos (de los 18 que ha habido en juego). El Milan comenzó su andadura con una derrota en el campo del Udinese, pero daba la sensación que se avistaban los primeros brotes verdes después de encadenar 2 triunfos consecutivos ante Brescia y Hellas Verona.
El Derby della Madonnina sirvió para evidenciar que el Inter de Milán, su eterno rival, es un conjunto realmente sólido de la mano de Antonio Conte. Tras caer con la escuadra nerazzurri, tampoco levantaría cabeza frente a Torino y Fiorentina. Por tanto, las 3 derrotas que ha experimentado de forma seguida han provocado que la parroquia rossoneri empieza a preocuparse seriamente por la tesitura de su equipo.
No cabe duda que la temporada es larga y todavía es muy pronto para hacer valoraciones, ya que podrían resultar un tanto precipitadas (por no catalogarlas de ventajistas). Aun así, es evidente que el AC Milan necesita un cambio urgente, aunque, bajo mi humilde opinión, el principal problema del 7 veces campeón de la Champions no radica en su técnico. ¿Será capaz de revertir su dinámica tan negativa?