Todas las semanas son frenéticas en la dirección deportiva del Espanyol, pero especialmente crece la dedicación cuando se disputan grandes campeonatos de selecciones. La Copa América copa, estos días, los focos del equipo de Óscar Perarnau, quienes no pierden detalle de lo que está ocurriendo en Chile. El secretario técnico, Ángel Gómez, explica la importancia de ver a los futbolistas en este tipo de campeonatos. “La Copa América la seguimos íntegra. De todas formas, ya conocemos a todos los jugadores, pero siempre viene bien verlos competir en un gran acontecimiento y ver de qué son capaces, sobre todo aquellos jugadores que no han salido de su país, porque cambian los contextos”, declara.
Algunos de estos futbolistas que menciona Gómez están, incluso, en las listas que maneja la dirección deportiva para reforzar al equipo en caso de que se produzca alguna venta o baja inesperada en la actual pretemporada. “Hay jugadores que están en nuestras listas. La gran mayoría de selecciones, como por ejemplo Colombia, tienen a todos los jugadores compitiendo en Europa. Hay otros países como Paraguay que tiene jugadores interesantes y juegan allí, al igual que Venezuela o Perú. Los tenemos controlados porque durante el año han destacado en sus equipos”, añade.
Países emergentes. Pese a que hay algunos países que empiezan a aportar grandes cantidades jugadores al fútbol europeo, como puede ser el caso de Colombia, lo cierto es que en el Espanyol hace ya varias campañas que no logra consolidarse un futbolista procedente del otro lado del charco. El caso más reciente es el de Jhon Córdoba, colombiano que llegó del fútbol mexicano y, pese a apuntar manera, no logró encandilar a técnicos. Hay casos que resultaron ser un fracaso, como el de Adrián Luna. Un joven talento de Uruguay que llegó al Espanyol a cambio de un millón de euros y ni siquiera debutó en Primera.
Habría que remontarse al curso 2005-06, en el que Pablo Zabaleta recaló en el Espanyol y su rendimiento fue in crescendo. Antes, el flujo entre América y el Espanyol era más constante. Para el secretario técnico, los tiempos han cambiado. “Las complicaciones principales para traer a jugadores de auqellos países son económicas. Ahora cualquier jugador de allí está bien pagado y no quiere salir si no mejora su contrato. No era como antes, que todos ansiaban cruchar el charco. El aspecto clave que nos hace ser más reticentes es el proceso de adaptación. Es verdad que el juego es cada vez más parecido al europeo, pero la competitividad de aquí también es mayor y por eso suelen existir dificultades. En nuestro caso, y debido a la situación económica, estamos obligados a ser más responsables y minimizar los riesgos”, destaca Gómez, quien no pierde ojo de las evoluciones del torneo.
Para la dirección deportiva, cada país tiene un tipo de mercado y un tipo de fútbol. Hoy en día, quizás los clubes se fijan en otros estados a los que se habían fijado siempre: Brasil y Argentina. “Todos los países tienen mucho potencial, pero hay algunos que son prohibitivos. Brasil y México son caros. Pero hay otros como Chile, Uruguay, Perú o Venezuela en los que vamos a coger toda la información posible. Ecuador y Colombia creemos que son los países con más potencial a día de hoy y dónde estas saliendo futbolistas más interesantes”, reflexiona.
Una fórmula que le ha valido a un club como el Sevilla para vender multiplicando por dos, tres o incluso cuatro veces el precio de compra. Descubrir talentos en América y comprarlos por un precio barato para la economía del Sevilla, aunque inasumible para los pericos. “¿Monchi? —se pregunta Gómez—. Trabajamos de la misma manera. En los últimos años el Sevilla ha acertado pero ha invertido. El dinero llama al dinero. Está bien que puedas invertir en calidad porque si esta funciona te da rendimiento y el valor sube. El Sevilla está demostrando que con trabajo y un poco de dinero puede funcionar un modelo como este”.