El 2 de abril de 1997 Paraguay y Colombia se jugaban un duelo clave por las Eliminatorias para el Mundial de Francia 1998. Los protagonistas de aquella recordada noche serían Faustino Asprilla y José Luis Chilavert.
Paraguay abrió la cuenta a través de un gol tempranero de Carlos Alberto Gamarra, pero a poco del final se generaron incidentes. Asprilla golpeó a Chilavert en el rostro luego de que este lo escupiera. El árbitro del partido decidió expulsar a ambos y señaló penal para los cafeteros a los 85 minutos.
Camino al vestuario, Chilavert le propinó un golpe de puño a Asprilla y se generaron incidentes. Mauricio Serna transformó el penal en gol y posteriormente Derlis Soto le dio el triunfo a la Albirroja cerca del final del compromiso.
Aquél encuentro quedó en el anecdotario hasta que el colombiano Faustino Asprilla revelara lo que sucedió horas después del partido. “Apenas termina el encuentro me entra una llamada y alguien me dice: 'Soy Julio Fierro; podés llegar acá a mi hotel, estamos caletos'. Llegué y ese man estaba como con 10 personas más, todos borrachos, y con hembras paraguayas", detalla en el capítulo 1 del programa Faustino en Grande.
Asprilla siguió contando la historia haciendo una confesión reveladora: "Fui con Aristizábal y nos dijeron: 'Necesitamos que ustedes den autorización porque estos dos manes se van a quedar aquí en Asunción porque quieren ir a matar a ese gordo Chilavert".
Sorprendido, el Tino les respondió: "'¿Cómo así?, ¿ustedes están locos?, van a acabar con el fútbol colombiano, eso no puede ser. Lo que pasó en la cancha, quedó en la cancha. Chilavert me pegó el puño, alegamos, nos expulsaron y ya, eso termina ahí", cerró.
Por esos años, Colombia vivía conmocionada por el asesinato de Andrés Escobar. El narcotráfico vivía vinculado al mundo de las apuestas y Julio Fierro fue un recordado narcotraficante, de los más sanguinarios de Colombia y además fue hombre de confianza del fundador del Cartel de Medellín, Pablo Escobar.