El joven ateniense, ganador el pasado año de las Finales ATP Nueva Generación en Milán, verdugo del suizo Roger Federer en semifinales, sale de Londres cediendo un solo partido, el que perdió con el español Rafael Nadal en la fase de grupos.
Tsitsipas, que seguirá quinto del mundo, se recuperó anímicamente tras ceder en el primer desempate de la noche en 65 minutos, para vencer a Thiem en dos horas y 35 minutos, y aunque terminó con síntomas de calambres se apuntó el título más importante de su incipiente pero brillante carrera.
El griego ha roto muchas barreras de precocidad en Londres donde ha sido el más joven finalista desde el argentino Juan Martín del Potro (21 años) en 2009, y el más joven en alcanzar la final en su primera intervención, desde el estadounidense Jim Courier (21) en 1991.
Los estadounidenses John McEnroe (19 años y 11 meses), Pete Sampras (20 años y tres meses) y Andre Agassi (20 años y tres meses), Hewitt (20 años y nueve meses) y el alemán Boris Becker (21 años y 13 días) fueron más precoces aún en ganar este evento.
Curiosamente, ningún representante de EE.UU. ha triunfado en el mismo, desde hace 20 años, con Sampras imponiéndose en la final de Hannover (Alemania).
Tsitsipas lleva ya cuatro títulos, tres este año: Marsella, Estoril y Londres, y en total tres en pista cubierta. Ante Thiem, que había disputado dos finales de Grand Slam, en Roland Garros (2018 y 2019), mostró frescura y la madurez necesaria para triunfar en la primera gran final de su carrera.
Thiem, que a pesar de la derrota, subirá un puesto este lunes y acabará la temporada como cuarto del mundo, sufrió un sorprendente bajón físico tras ganar el primer set en un desempate muy disputado, y a la segunda oportunidad.
Con el chileno Nicolás Massú viendo más cerca la victoria de su pupilo, Thiem desapareció a continuación, avasallado por la figura del ateniense, cuyo saque se tornó demoledor (nueve directos) y que solo perdió una sola vez en todo el encuentro. Thiem lo dejó escapar tres, y sus dudas mermaron su juego.
Tras ceder el primer juego del segundo set, el austríaco tuvo un lapsus mortal, cediendo luego tres juegos seguidos, ganando solamente un punto. Stefanos se colocó con 4-0 para apuntarse el parcial en solo 26 minutos.
La reacción de Thiem no llegaba y parecía hundido. De ahí que al ganar el primer juego del último parcial, el austríaco hundiera el puño en un gesto mezcla de desesperación y rabia. Stefanos se colocó con un amenazante 3-1 pero Dominic sacó fuerzas de flaqueza, y su revés cobró la fuerza del primer set para remontar y situarse con 6-5.
El segundo desempate de la noche fue un drama para ambos. Stefanos llegó a dominar 4-1, pero Thiem empató 4-4, y fue el ateniense el que templó más los nervios para ganar los últimos tres puntos seguidos.
Su victoria en el total del torneo (fase de grupos, semifinales y final) fue premiada con un cheque por 2,65 millones de dólares y 1.300 puntos ATP. El finalista recibió otro por la mitad.
El sueco Stefan Edberg, ganador del torneo en 1989 frente al alemán Boris Becker, y finalista al año siguiente ante el estadounidense Andre Agassi, acercó la copa de campeón, y Tsitsipas la levantó para convertirse en el jugador número 24 en alzarla en la historia del torneo.
Desde que Novak Djokovic ganó el evento por última vez en 2015, este es el quinto año consecutivo en el que surge un nuevo campeón, después de las victorias del británico Andy Murray (2016), el búlgaro Grigor Dimitrov (2017) y el alemán Alexander Zverev, la pasada temporada.