El fenómeno de ECW en los noventas fue algo único e irrepetible. Aunque haya quien quiera comparar a NXT con ECW, las circunstancias que rodean a ambos grupos de luchadores son muy distintas, pues en ECW no eran bien pagados, pero sentían la adrenalina de estar revolucionando el negocio, de estar haciendo algo diferente, poniéndose al tú por tú con dos compañías multimillonarias. El mismo Paul Heyman los motivaba en las juntas previas a las funciones, señalando que lo que iban todos a hacer sobre el ring era superior a las WrestleManias y a los Starrcades.
La mentalidad hardcore de esa época hizo a todos cometer locuras, como fue el caso de Tommy Dreamer y la paliza en la lucha del Bastón de Singapur ante el Sandman. Dreamer, con el tiempo, se volvió mano derecha de Heyman, pensando en muchas de las ideas que lograron mantener a ECW a la vanguardia.
Una de esas ideas, la cual afortunadamente nunca se llevó a cabo, fue revelada por Dreamer a Matt Camp, de Bleacher Report, quien le preguntó si hubo un momento en que creyera que las cosas estaban llegando demasiado lejos:
“En el mundo políticamente correcto en que vivimos, no. Pero si hablas de que alguien iba a recibir un disparo real en ECW, donde todos vivíamos la vida hardcore… sí. Íbamos a contratar a un francotirador y me iba a disparar aquí (entre el hombro y el pecho). Paul y yo lo estuvimos discutiendo por un buen tiempo. Esto fue durante la historia de que Tod Gordon era un infiltrado de WCW. Hubiera sido una noticia difundida a nivel nacional: ‘Le dispararon a Tommy Dreamer’.
“Y bueno, Paul y yo estuvimos con el estira y afloja, diciendo: ‘¿Y si la bala le da a un aficionado?’, ‘¿Y si la bala te atraviesa por el hombro y llega a otro lugar?’. No nos preocupábamos porque me iban a disparar, sino porque posiblemente el disparo lesionara a alguien más o posiblemente matara a un aficionado.
“Y la voz de la razón en esta insana discusión, y que evitó que se llevara a cabo, fue Terry Funk. Él dijo: ‘No va a funcionar, no va a funcionar’, y Paul contestó: ‘¡Gracias!’. Terry continuó: ‘Cuando a mi padre le dispararon en Amarillo, Texas, el público se vino abajo’. Y nosotros: ‘¿Qué?’. Creíamos que íbamos a ser los primeros. Y nos dijo: ‘Si vuelves para la revancha en un Texas Death Match y no matas al tipo que te disparó, los fans ya no te creerán’. Pero bueno, así era la mentalidad loca. Soy hardcore”.