Un hecho realmente insólito ocurrió durante el encuentro entre Pumas y Santos Laguna por la Copa de México, donde un jugador del cuadro felino fue expulsado injustamente por error del árbitro y porque su propio compañero, que era el que tenía que ser expulsado, no dijo nada.
Se jugaba el minuto 12 de la primera parte cuando el Martín Barragán metió su brazo en el área para impedir que le anoten a su equipo y como era de esperarse el juez cobró penal. Y además de eso, le mostró la roja al juvenil Jesús Rivas, quien nada tenía que ver en esta acción. Como era de esperarse el jugador de 17 años no lo podía creer y a pesar que intentó demostrar su inocencia, se vio forzado a salir del campo entre lágrimas.
Lo que más llama la atención es que tanto Barragán como Víctor Malcorra, capitán del equipo, no hicieron nada para intentar hacerle ver al árbitro que estaba equivocado en su desición sobre Jesús Rivas, quien venía cumpliendo su tercer partido como profesional.