Opuesto a la idea de una liquidación del Deportivo Quito y con ello su consecuente refundación, el presidente encargado de los chullas, Jorge Iván Mancheno, repudia a quienes “utilizaron al club” casi una década. Hoy confía en que haya piedad de parte de los acreedores para no “sepultar”, dice, a uno de los grandes del Ecuador, que este año volverá al profesionalismo, en la segunda categoría de Pichincha.
También hay incertidumbre en el técnico Gustavo Vásquez y en el plantel ante un probable nuevo descenso al amateurisno ordenado por la FIFA –como ocurrió en el 2018–, se le cuenta al directivo tras una visita que hizo al Diario el equipo en el estadio de Calderón.
“El abogado Celso Vásconez dialogó con quienes tienen reclamos en la FIFA y llegó a acuerdos de palabra con la mayoría. Han aceptado la propuesta de que nos den un respiro de un año sin demandas; eso hasta ascender y generar recursos”, dice Mancheno.
El dirigente, hijo del legendario presidente Ney Mancheno, que llevó al equipo a los títulos de 1964 (el primero para Pichincha) y 1968, aclara: “No puedo garantizar que no vaya a entrar otra demanda en la FIFA. Lo que sí puedo garantizar es que la vamos a pelear para no tener problemas en el 2020. Creo que no tendremos líos de descenso en este año”.
Esperanzado en la condescendencia de los reclamantes, muchos de los cuales llevaron a la cima al cuadro de la Plaza del Teatro entre el 2008 y el 2011, y se fueron sin que se les cumplan muchas promesas económicas, Mancheno también visualizó el peor escenario: “Si no nos dan un respiro, nos tocará pensar en una refundación, y si eso pasara, nadie cobrará”, sentencia.
“No quiero pensar en eso porque el Deportivo Quito es uno de los grandes del fútbol ecuatoriano y por eso no debe morir. Pero si llegara a pasar, a la gente habrá que decirle que hasta ahí llegó todo. Ojalá eso no suceda”, añade.
El directivo explica que este año los ingresos serán mínimos al jugar en la segunda categoría, pero dice que si reciben el año de gracia solicitado en el 2021, con mayor fluidez, podrán cancelar las deudas más urgentes.
Aunque Mancheno cuenta no haber tenido mayor éxito con una demanda presentada en la Fiscalía en contra del exdirigente Marco Hermosa, “por abuso de confianza”, da pistas sobre quienes son los responsables de la debacle chulla. “Están ahí a la luz de todos. Solo basta ver a los presidentes del Quito y las directivas entre el 2008 y parte del 2017; por más que quieran eludirlo ellos son los responsables”, afirma. En ese lapso que indica el titular azulgrana, los expresidentes Fernando Mantilla y Santiago Ribadeneira fueron sentenciados por lavado de activos y estafa masiva, en ese orden, por la justicia ordinaria.
Tratando de dejar de lado esos malos recuerdos, Mancheno se ilusiona con nuevos éxitos e informa que para el 2020 el presupuesto será de $13 000 mensuales para buscar el ascenso a la serie B.
Pero la incertidumbre, por la amenaza de la FIFA está sembrada en el plantel. Jugadores como Jefferson Santacruz y David Carcelén solo esperan que eso no se ejecute. “Sí hay temor, pero nosotros debemos trabajar y confiar en los dirigentes”, dice Carcelén. (D)
En 2019 se hizo un colchón (ahorro de dinero) porque sabíamos que al ascender los acreedores otra vez iban a estar encima del Dep. Quito
Jorge Mancheno, presidente chulla
Sí, claro que hay incertidumbre (por la posibilidad de un descenso), pero el plantel está metido en lo futbolístico. La dirigencia peleará lo extradeportivo
Jefferson Santacruz, defensa chulla
DT Vásquez: Incertidumbre hay, pero nosotros pensamos en lo deportivo
Después de un duro 2019, en el cual jugó en el fútbol amateur, en condiciones cercanas al deporte barrial, el Deportivo Quito está de regreso al profesionalismo. Este año jugará en la segunda división.
Mas, las millonarias deudas, generadas de manera irresponsable para ganar coronas, se activarán otra vez y las exigencias de pago por parte de los acreedores volverán.
Alejado del tradicional complejo Ney Mancheno, que se encuentra en mantenimiento, la escuadra chulla –sin nombres rutilantes– se entrenó el pasado jueves en el estadio parroquial de Calderón (en el norte de Quito).
“El arquero Diego Andrade (31 años), el central Fernando Ogonaga (31) y el volante Patricio Avilés (31) serán nuestros jugadores de experiencia”, cuenta el entrenador Gustavo Vásquez. Lejos quedaron esos años en que una élite de futbolistas buscaban vestirse de azulgranas por los millonarios sueldos.
Hoy, los chullas, en su mayoría jóvenes que llegan al entrenamiento en autobús o en el carro de algún compañero, se ilusionan con alcanzar al final del año el ascenso a la serie B.
No obstante, la inquietud se encuentra latente por si la FIFA ordena un nuevo viaje al amateur, por pagos incumplidos. “La incertidumbre está, pero hemos hablado con los muchachos y tenemos que cumplir con los objetivos deportivos. La dirigencia se encargará de lo económico”, comenta Vásquez.
“El presidente Jorge Iván Mancheno nos dijo que están haciendo negociaciones (con los jugadores a los que se les adeuda dinero) para que no se dé ese inconveniente”, añade.
Por lo pronto, Vásquez revela que Deportivo Quito iniciará con menos 6 puntos su participación en el certamen de la segunda por una sanción pasada. “Eso me informó el presidente y he conversado con los chicos que el reto es ganar todos los partidos”, se esperanza.
Con experiencia en la segunda, el DT se apresta para iniciar el duro caminar en esta división. “Es difícil porque no todas las canchas son aptas para el fútbol profesional, pero hay que adaptarse. Hay unas que están en estado lamentable, sobre todo fuera de Pichincha”, cuenta. (D)