No hubo lugar a las sorpresas en Wembley. El todopoderoso Manchester City pasó por encima del Aston Villa por 2-1 y se llevó su séptima Capital One Cup, que a la vez es su tercera consecutiva. Mientras los 'Villanos' hablaban en las gradas, cantándole a sus rivales que nunca podrán decir que son campeones de Europa, los celestes sentenciaron sobre el verde.
El Manchester City era favorito y lo demostró, pese a venir de una semana caldeada con el enfrentamiento ante el Real Madrid. La victoria en el Santiago Bernabéu condicionó el once y Pep Guardiola metió ocho cambios, dejando a Kevin De Bruyne, Bernardo Silva y Riyad Mahrez fuera. Sin embargo, esto no supuso esto ningún problema para el fondo de armario.
A los '20 llegó el primer gol. Rodri cambió la orientación del juego metiendo la bola al área, apareció Phil Foden y la dejó muerta de cabeza para que apareciera Sergio Agüero. El argentino remató de primera, el cuero tocó en Tyrone Mings y se metió en la portería. Con controversia nació el segundo tanto luego de que el árbitro señalara un córner que no era a favor del Manchester City y Hernández, apareciendo solo, remató de cabeza.
Daba la sensación de estar muerta ya la final con ese segundo gol rondando la media hora, pero John Stones, central titular ante las bajas en defensa, permitió que el Aston Villa resucitara. Se resbaló, propició una transición ofensiva rápida y Mbwana Samatta conectó un cabezazo inapelable a las redes de Claudio Bravo.
Esto fue suficiente para un Manchester City que ya suma siete Capital One Cup en su palmarés y que en los últimos años se ha convertido en el rey de esta competición, quedándose a tan solo un entorchado de los ocho que tiene el Liverpool, el que más en Inglaterra.
(Con información de EFE)