Junto al enorme palacio rodante de McLaren, un campeón del mundo se hacía fotos con las azafatas del gran premio, las famosas ‘Fórmula Unas’ de Red Bull. Ellas sonreían, claro, cuando Button les besaba, se despedía y entraba en la réplica a escala de la fábrica de Woking que llevan por los circuitos de Europa. Ya dentro chocaba manos con otro campeón, este dos veces. Fernando Alonso agradecía el saludo. A seguir trabajando, se decían con la mirada.
Lo cierto es que el británico es último en la general del Mundial con cuatro puntos, los mismos con los que cierra la tabla de constructores su escudería, McLaren Honda. Y el español aún no ha puntuado, algo que solo sucede también con los pilotos de Manor, equipo sin apenas recursos. La situación es de desastre total. Y a partir de ahí podríamos agotar todos los calificativos peyorativos del diccionario y esperar el enfado de los dos campeones. Pero no. Los dos están dando un ejemplo esta temporada, al menos de comportamiento. “Anda que si estuvieran otros en vez de estos”, brama algún cámara italiano.
Pero quizá están por eso, porque son dos veteranos que están hartos de dar vueltas por el mundo, pero no de luchar por ganar. Y están en eso, a pesar de los pesares. Para conseguirlo deben ir paso a paso y regresar a la senda de un motor decente. Los dos últimos grandes premios han hecho mucho daño a la credibilidad de Honda. Después de puntuar en Mónaco, doble abandono en Canadá que se repitió en Austria. Y además el propulsor nuevo de Alonso dañado.
La norma es injusta, quizá debería tener un apéndice en el que se especificara que se sancionará si el cambio de motor es por avería y no por accidente, pero lo cierto es que el asturiano deberá sustituir su unidad de potencia en Silverstone, uno de los circuitos en los que tienen esperanzas de poder ir mejor. Y tendrá que salir al final de la parrilla... pero no será la única vez. Según ha podido saber AS, existe un plan de actualizaciones y mejoras de Honda en el que también se tiene en cuenta la fiabilidad del propulsor y que pasa por cambiar los motores en varios grandes premios previamente señalados. Al menos en Bélgica y Rusia saldrán con motor nuevo porque son dos trazados, sobre todo Spa, con una importante exigencia en ese sentido, van el 75% de la vuelta con el acelerador a fondo y eso, con la falta de potencia actual penaliza a McLaren.
Si todo va según lo previsto serán los únicos circuitos en los que se cambiará, además de lo que ya estaba listo en Austria para llegar mejor a Silverstone y sobre todo Hungría y Singapur, circuitos en los que esperan llegar a una posición decente, entrar en la Q3 y acabar en el Top 10.
Otro circuito en el que tienen grandes ilusiones es Japón, en ese momento creen que habrán conseguido una buena fiabilidad para no volver a cambiar motor y además tiene curvas rápidas que les puede hacer ir deprisa junto a las evoluciones aerodinámicas que esperan. Pero hasta llegar ahí antes habrá que sufrir y en al menos dos circuitos, tres con el próximo, salir desde las últimas plazas de la parrilla. El piloto español espera un cambio significativo de aquí a tres o seis carreras. Suerte.