Este artículo refleja las opiniones personales de su autor, y no necesariamente las de Súper Luchas.
Bienvenidos de nuevo a esta columna en la que busco presentar los que, en mi opinión, son los 5 aspectos positivos y negativos de los PPV de WWE, en este caso Survivor Series 2015. Uno de los cuatro grandes eventos de WWE llega con una motivación muy especial, celebrar los 25 años de The Undertaker en la compañía. En mi opinión fue un evento bastante pobre que tuvo elementos interesantes pero que falló al presentar un producto global realmente sólido.
Empecemos con lo mejor y lo peor de Survivor Series 2015:
Lo peor:
5- Breeze no consigue brillar: Para los aficionados de NXT Tyler Breeze era posiblemente una de las estrellas más infravaloradas del terrotorio, no porque no tuviera logros sino porque estos eran mucho menores a los que merecía. En el roster principal, sin embargo, nada a jugado a favor de Breeze y su conexión con la audiencia. No sólo fue puesto en medio de la peor rivalidad del año, sino que Dolph Ziggler, un rival con el que debería poder mostrar todo su talento, no está en su mejor momento y no ha hecho nada por sacar adelante al supermodelo. Si la palabra de un servidor es de alguna utilidad, deben darle tiempo a Tyler Breeze para mostrar de lo que es capaz, porque es seguro que lo mostró en Survivor Series ante Ziggler no es ni una pizca de todo lo que tiene por ofrecer.
4- Cartel: Desde el principio Survivor Series fallaba a la hora de captar con la audiencia por una simple razón, su cartel no era tan atractivo como debería. Que The Brothers of Destruction vs. The Wyatt Family no fuera una lucha de eliminación como se esperaba fue decepcionante, el torneo por el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE fue sumamente predecible y las divas todavía no están en condiciones de hacer la diferencia en términos de boletería y audiencia. Más adelante hablaré un poco más de estos problemas.
3- El público: El público en la lucha libre es un elemento fundamental para el resultado global de un buen evento. En este sentido, la audiencia de Atlanta no ayudó en absoluto a reforzar lo que ocurría en el ring. Sólo The Undertaker se vio beneficiado por la reacción de los asistentes. Además de él, todo lo ocurrido pareció pasar sin pena ni gloria por sus miradas. Las divas dieron un gran show que apenas les llamó la atención. Sin importar lo predecible que fuera, era la primera vez que Dean Ambrose y Roman Reigns se enfrentaban y ello era digno de una gran reacción, fuera la que fuera, pero no ocurrió. El inesperado canjeo de Sheamus tampoco hizo mucho por el ambiente general. Mi mensaje no es que el público deba aplaudir y gritar ante todo lo que ocurra, sino que deben saber expresar su opinión, con ovaciones, abucheos o cánticos, no con silencio.
2- Preparación y expectativa: Los dos puntos anteriores surgen de este, los problemas que tuvo la preparación de Survivor Series y como se falló en crear expectativa, y nada de esto tiene que ver con la lesión de Seth Rollins. Para el caso de The Undertaker, el simple hecho de estar allí celebrando sus 25 años de carrera era suficiente para llamar la atención, pero con los demás no funciona igual. Charlotte y Paige llevaban una gran rivalidad, pero en último momento la increíblemente estúpida decisión creativa de usar la memoria de Reid Flair en la rivalidad desvió toda la atención del título al insulto. En el caso del torneo, el problema fue que todo ocurrió exactamente como se esperaba y por tanto, la mayoría esperaba que terminara de la misma manera, que fue lo que ocurrió. Breeze y Ziggler tampoco levantaron expectativa alguna, algo lógico si se repasa la serie de eventos que llevó a su lucha. Respecto al resto del cartel, ni preparación ni expectativa, pura improvisación.
1- Luchas tradicionales Survivor Series: Y con el resto del cartel me refiero a las luchas tradicionales de eliminación Survivor Series. Hace rato repasábamos un poco lo que era Survivor Series en el pasado y el entretenido espectáculo que eran sus luchas de eliminación. Incluso el año pasado vimos revivir este formato con un gran Team Cena vs. Team Authority que se unió a la historia con otros grandes como Team WWF vs. Team Alliance, Team Raw vs. Team SmackDown o Team Austin vs. Team Bischoff. Este año, en cambio, las luchas tradicionales no fueron más que un foco de improvisación. Sin ningún anuncio tuvimos una en el kickoff donde The Cosmic Wasteland se unió a dos rudos menores que estaban vacantes en el momento, The Miz y Bo Dallas. Por el otro lado tuvimos una amalgama de técnicos protagonizada con Goldust que volvió al ring para continuar su rivalidad con Stardust, el problema es que esta rivalidad ya había sido cortada sin ninguna delicadeza a principios de año, por lo que su regreso resulta menos atractivo de lo que debería. La segunda lucha tradicional fue algo similar, esta vez Team Odiamos-a-The-New-Day se enfrentó a los campeones de parejas y sus compañeros, Sheamus y King Barrett. Al final fue el irlandés quien recibió todo el castigo y la humillación, pero ya tendría tiempo de reponerse. Esperemos que el próximo año WWE recuerde que para el público estas luchas sí son importantes y entretenidas.
Lo mejor:
5- Las semifinales: ¿Predecibles? Sí ¿Aburridas? No. Las semifinales del torneo por el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE fueron las primeras luchas del evento y lograron entretener, incluso la combinación Reigns-Del Río, de la que un servidor no esperaba nada bueno. Ambos ex-Shield tuvieron que hacer un gran esfuerzo para superar a los dominantes rudos y llegar a la ansiada final. Owens y Ambrose dieron un encuentro sólido con una entretenida secuencia final. Reigns y Del Río fueron de menos y más y resultó grato ver de vuelta el Cross Armbreaker, un movimiento mucho mejor que el insípido Double Footstomp de las últimas semanas.
4- Charlotte y Paige: Tras una sólida rivalidad manchada por una desafortunada idea creativa, Charlotte y Paige, las únicas mujeres en ser campeonas en NXT y WWE, llegaban a su esperado encuentro. La lucha fue mejor que lo esperado, y aunque todavía no se acercan al mejor nivel de NXT, si superan lo que veíamos desde hace años. Desde el primer momento la intensidad fue clara y la campeona dio su mejor lucha desde su ascenso al roster principal. Paige también dominó por momentos, pero fue víctima de la Figure 4, Figure 8, Natural Selection, un Spear y otro Spear desde la barrera del público, que no salió tan bien pero que no deja de ser un buen intento por ofrecer algo diferente. Esta lucha está casi empatada con AJ Lee vs. Natalya en Main Event como la defensa más larga del título. Que WWE decida abrirle casi 20 minutos de tiempo de PPV a las divas habla muy bien del compromiso de la empresa por fortalecer la división, pero todavía falta mucho más, principalmente en términos de manejo.
3- El canjeo: Primero lo primero, estoy en profundo desacuerdo con los reinados de unos cuantos segundos, desde Andre The Giant hasta Daniel Bryan me parecen una decisión equivocada. Habiendo dicho eso, creo que la aparición de Sheamus en Survivor Series añadió un poco del elemento sorpresa que tanta falta le hacía al evento. También crea incertidumbre, pues el panorama titular parecía estar más o menos claro y la adición del irlandés a las filas de The Authority no parece tener un rumbo predecible.
2- Roman Reigns vs. Dean Ambrose: Cortito pero bonito. Los dos ex-Shield se enfrentaban por primera vez en un uno-contra-uno en el encuentro no anunciado pero bastante esperado de Survivor Series, y aunque no duró siquiera 10 minutos, fue un buen espectáculo que aprovechó a cabalidad el corto tiempo que tuvo. Es bien sabido que los mejores rivales suelen ser los antiguos compañeros y este choque no hizo más que comprobarlo. Se esperaba una traición y no ocurrió, lo cual resulta positivo, pues sería mejor que pasara cuando nadie lo espera, como ocurrió con Seth Rollins. Al respecto, esta lucha bien podría ser interpretada como una pequeña previa de la soñada triple amenaza de The Shield, que con suerte algún día ocurrirá.
1- 25 años de The Undertaker: El gran protagonista de Survivor Series 2015, tal como lo fue en 1990, fue The Undertaker, el único hombre en cumplir 25 años consecutivos como luchador activo de WWE. Aunque su encuentro con The Wyatt Family no fue la lucha tradicional de eliminación que se esperaba, no falló al momento de dar un buen espectáculo. Fue grato ver que se le dio prevalencia a la constancia de Luke Harper por encima de la novedad de Braun Strowman, mientras que Erick Rowan salió del camino rápidamente. La entrada fue espectacular, como era de esperarse, y en ella, como en el encuentro, Kane cumplió un humilde pero bien ejecutado rol de apoyo para el hombre que lo ayudó a posicionarse dentro de la compañía. Más que una lucha fue una exhibición. Todo funcionó de maravilla para celebrar la histórica carrera de un hombre que para un servidor, y para muchos otros incluido Vince McMahon, es el mejor luchador que alguna vez ha pisado un ring.
Gracias por detenerse a leer, recuerden que esta es mi opinión personal y que pueden dejar la suya en los comentarios.