Los clubes, como las academias y escuelas de fútbol, están ‘atados’ a no poder realizar sus entrenamientos en sus propios reductos. La razón es la presencia del COVID-19.
Los cuerpos técnicos han inducido a sus deportistas a que cumplan en sus casas unidades de trabajo a diario y a doble jornada, para ejercitarse con movimientos técnicos, físicos, acompañados de una correcta alimentación con hidratos de carbono, grasas, proteínas y vitaminas; equilibrando las calorías al esfuerzo/trajín del entrenamiento.
Hasta aquí todo está claro. La pregunta es ¿hay pérdida en lo técnico y físico trabajando en casa? Los entrenadores, preparadores físicos y médicos saben que sí la hay entre un 15 y 20 %. ¿Cómo se constata tal afectación? Al ser ejecutado el entrenamiento en casa de manera individual, en donde se escapan referentes técnicos, siendo visibles el ritmo, gravitación, destrezas, esplendor, visión periférica, reflejo, conducción del esférico, desbordes, pases, marcas, dribling, y en los arqueros se ve debilitada su elasticidad, flexibilidad, arrojo, reflejos y capacidad de reacción. En tanto, en una práctica en campo reglamentario se cumplen los requerimientos en compañerismo, en lo técnico, físico y en las tareas expuestas en la pizarra.
En lo que respecta a la preparación física, también el futbolista se ve disminuido en tal porcentaje, en los movimientos de resistencia aeróbica y anaeróbica, fuerza, potencia, velocidad, coordinación, equilibrio, agilidad y flexibilidad efectuados en casa. En cancha, los desplazamientos son amplios, el mismo trabajo en pareja/grupos es motivante, como los numerosos juegos que adornan a estas capacidades físicas, que son calificadas en su volumen e intensidad.
Conociendo el destino y las actitudes de llevar la vida, no dudamos de que habrá un buen número de jugadores en el mundo que al no ser evaluados/testeados a diario se alejan de la correcta preparación invisible, en sus componentes de sueño, reposo, alimentación y vida sexual. Pobres de ellos.
De darse un regreso oficial del fútbol en julio, aconsejamos un microciclo de siete días antes de la competencia. Si va de largo la paralización, los cuerpos técnicos deben formularse una nueva pretemporada. No más palabras… (O)