Vince McMahon ha forjado un imperio del entretenimiento con WWE (siendo nombrado hasta como negocio esencial en tiempos de cuarentena), pero le ha ido muy mal con su otro proyecto, la XFL. La liga de fútbol americano ha vuelto a fracasar y ha sido declarada en bancarrota cerrando sus operaciones permanentemente.
Esta vez no fue como en el 2001, cuando el público no estaba interesado en una competencia a la NFL. Esta vez, pese a su excelente inicio televisivo y los miles de asistentes a los partidos, fue la pandemia del coronavirus la que ha detenido la liga y, con ello, ha llevado a pérdidas a la empresa.
Los reportes afirman que la liga mantiene deudas de hasta 50 millones de dólares, con un 23.5% de la propiedad en WWE y el resto en el poder solitario de McMahon. Esto ha llevado a un despido casi completo de sus 500 trabajadores.
"Es un momento desconsolador para muchos, incluyendo a nuestros apasionados aficionados, jugadores y personal, y les agradecemos a todos ellos, a nuestros aliados televisivos y a muchos estadounidenses que recurrieron a la XFL por su amor al fútbol americano", se leyó en el comunicado divulgado por la liga.
Este año se puso en marcha la XFL, con franquicias representantes de Dallas, Houston, Los Ángeles, Seattle, Washington DC, New York, St. Louis y Tampa. Solo se jugaron cinco de las 10 fechas propuestas debido a la pandemia y aunque inicialmente se pensó seguir con en el 2021, la decisión de cerrar ha sido tomada y anunciada oficialmente.