24 de abril de 2010. Estadio La Romareda. Jornada 34. Zaragoza-Real Madrid. Minuto 49. Raúl González, cuando se preparaba para salir del campo por una inoportuna lesión, aparece por el área de Roberto Jiménez y marca su enésimo tanto con el Real Madrid. Fue el último. Nunca más volvió a jugar con la elástica madridista.
Han pasado exactamente diez años de esa escena. Raúl, en el mismo lugar en el que debutó en 1994 de la mano de Jorge Valdano, cerró una historia casi irrepetible como mejor sabía hacerlo: con un gol. Lo hizo con un esguince en su tobillo derecho tras firmar una acción de picaresca mezclada con épica.
Fue una diana de aquellas que se denominan "Gol del Cojo" y que ya consiguieron nombres como Isacio Calleja y Diego Godín en el Atlético de Madrid, Rivaldo en el Barcelona o Martin Palermo en Boca Juniors, que batió todos los registros en 1999 tras batir a Colón con una rotura de ligamentos cruzados en una rodilla.
Raúl no esperaba ese final. De hecho, aquel día ni siquiera fue titular. Sin embargo, una lesión de Rafael van de Vaart le dio acceso al césped de La Romareda, donde Edmilson cayó encima de su tobillo para acelerar su final en el Real Madrid.
El "7" blanco aguantó sobre el terreno de juego lo justo para aprovechar una asistencia de Cristiano Ronaldo, su sucesor. Todavía no era CR7, era CR9, había unos galones innegables de un hombre que se abrazó al portugués para celebrar su último acto de servicio.
Entonces, Karim Benzema saltó al campo y todo terminó. Raúl se sentó en el banquillo, se quitó su bota derecha y comprobó el mal estado de su maltrecho tobillo. Quedaban apenas cuatro jornadas para terminar la Liga y no tenía tiempo para reaparecer. Después, inició otra aventura en el Schalke 04, pero eso es otra historia con un capítulo exitoso aparte.
"¿Zaragoza? Allí jugué mi primer y mi último partido. En el primero tuve muchas ocasiones y no marqué ningún gol, y en mi último partido, lesionado en el tobillo en una jugada antes de que se hiciese el cambio, corrí hacia la portería, Cristiano me pasó el balón y pude marcar ese último gol y fue en el mismo escenario. Mi primer y mi último partido con la camiseta del Real Madrid fueron en Zaragoza. Tengo mucho cariño a esa ciudad y a su estadio"
Esas palabras concedidas en 2019 a la web oficial del Real Madrid cuando cumplía 25 años de su debut denotan el respeto de Raúl por La Romareda. Allí empezó y terminó una etapa. Después, tendría tiempo de sumar más títulos en el Schalke 04, en el Al-Saad y en el New York Cosmos.
Colgó las botas en 2015 para convertirse en entrenador. Ahora, pelea en el banquillo del Real Madrid Castilla. Lejos queda aquel último partido con el club de sus amores en La Romareda. Un decenio: ni más, ni menos. El tiempo pasa volando, igual que ese instante en el que olvidó una lesión para marcar en la última pelota que tocó con la camiseta del Real Madrid. Raúl paró el tiempo hasta para irse. EFE
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